Amar de Lejos – 2ª parte

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La frase de Dostoievsky sigue cuestionándonos en esta segunda entrega: “De manera abstracta todavía se puede amar al prójimo, y a veces incluso desde lejos, pero de cerca casi nunca”.

El Buen Samaritano y los que se aprovechan de la solidaridad

En los tiempos que corren uno se plantea si debe ayudar aquellos que están heridos o tirados junto al camino.  Sabemos de malhechores que inventan artilugios para atraer a bien intencionados conductores que paran en el camino para ayudar a alguien que aparenta estar en grave situación, cuando en realidad es una emboscada para robarle el vehículo y todo lo que tiene.  Por eso, mucha gente hoy ni siquiera para al lado de la ruta por miedo a que sea una trampa. Tan advertida está la gente contra este tipo de dificultades al momento de querer expresar el “amor al prójimo” que uno no sabe que hacer en estas situaciones.

La corrupción del ser humano produce este tipo de situaciones.  ¿Qué hacer cuando vemos a alguien caído en el camino de la vida? ¿Parar nuestra tarea y arriesgarnos a que pueda ser un ladrón y nos desvalijen; o lanzarnos por fe a dar ayuda cruzando todos miedos que este tipo de situaciones difíciles pueda generar?  Aquí subrayo que yo al menos no mandaría a nadie a propósito para ser robado, lastimado y cosas peores aún.

También sabemos de personas que se aprovechan de las agencias de ayuda social y asistencial para vivir siempre en estos círculos, sin trabajar ni desarrollar ningún tipo de tarea con sus propias manos para terminar definitivamente con sus problemas.  Estos no son como el personaje de la historia, son avivados como decimos por el Río de La Plata a los cuales no debemos seguirles el jueguito de ser zánganos. De ellos habló el apóstol Pablo en la segunda carta a los tesalonicenses (II Tes. 3:6-15).

Tengamos cautela, los tiempos que nos han tocado vivir son dificilísimos y por eso el consejo de Jesús para quienes somos cristianos es ser prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. O sea, tener la sabiduría para discernir a quién debemos darle la mano en estos casos difíciles, pero también contar con que Dios nos dará su protección al seguir su voluntad.

Y por otro lado no fomentar un asistencialismo que solo produce seres parásitos sin iniciativa propia. Ayudemos al caído, al marginado pero démosle herramientas para que no se quede allí. Parafraseando a Jesús, “ustedes me buscan porque les doy pan y milagros.” (Juan 6:25-59). Cuando Jesús denunció ese vicio de la gente, muchos se fueron.  La pregunta es: ¿Ayudamos para que la persona sea responsable y forje su destino o lo convertimos en un dependiente que no le sirve ni a Dios, ni a la patria, ni a ellos mismos?

Más allá de la discriminación

El Samaritano, “el buen prójimo”, superó también las barreras raciales.  El judío y el Samaritano se veían como enemigos y no existía relación entre estos dos pueblos.  Este hombre bien pudo haberse excusado en los maltratos recibidos por muchos judíos durante su vida a él y otros de sus compatriotas y haber abandonado al judío a un lado del camino, total este es uno de los que nos odian y maltratan… El superó el odio, el rencor, la discriminación, el racismo y vio a esta persona como un ser humano en necesidad y lo ayudó.
¿Cuántos prejuicios, racismo, rencor y odio tenemos hacia otras personas diferentes culturalmente, económicas, racial o pensemos en cualquier cosa que nos separa del que tenemos al lado? ¿A cuántos despreciamos diariamente por ciertas cualidades personales o sociales?  ¿Podremos ser Buenos Samaritanos, superando todos nuestros prejuicios?  Ese es el desafío que Cristo nos presenta. “Ve y haz tu lo mismo.”

Lic. Esteban D. Larrosa

Director RTM UY

1 Comment

  1. Ester dice:

    Si, el autor citado pertenece a la esucela realista dentro de la literatura universal. habría que ver el contexto socio-económico-político en ue dice esto y que lo lleva a decir esto.Una línea muy realista y muy escuela escuela con cánones precisos para escribir.

    No obstante eso comparto lo que el Lic. Larrosa dice y con qué sentido lo dice.La situación es difícil y riesgosa (loe ej. planteados) Tal vez en casos así como los que cita llamar a la fuerza pública, etc.Uno debe ser cuidadoso y Dios todo lo ve y el sabe de esto… creo que hay que ser cautelosos. Trabajé años en Cerro Norte y cuando me fui hace tb. años la cosa era difícil había que ser muy gaucha para trabajar ahí. Más de una vez madres con cuchillas entraban a amenazar, se lo que es…
    El amor se demostraba en el trato que le brindaba a sus hijos (piojos, falta de higiene, poblemas de piel y tuberculosis, etc.)

    Uno mas uno no siempre es dos.

    y aunque resulte poético y tal vez alguien se sonría aveces se ama de lejos por distintos motivos, tal vez mi amor hace que otros se muevan dando la ayuda adecuada porque est´n preparados para eso. Un ej. de Estos días Haiti, ¿acaso no tenemos amor?, ¿podemos salir corriendo todos a la zona de desastre? Tal vez muchos aquí con mucho amor estemos orando y nuestras oraciones sinceras suben hasta Dios y Dios hace que sean otros los que vayan y marquen presencia allí. Creo que es una cadena y Dios a su tiempo mueve los hilos. Unos cultivan la tierra con amor , otros la riegan amando y otros hacen la recolección.
    No todos podemos estar donde quisiéramos , estamos donde Dios quiere porque El es soberano y conoce nuestro corazón pero tb. nuestras limitaciones.

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