Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. (2 Timoteo 1:8)Hoy día existe el sentimiento de que la vida cristiana debería ser muy fácil, linda, y dulce, brillante, y dinámica. Muchos de nosotros pensamos que tenemos un Padre celestial indulgente que nos va a poner en un lecho de rosas, quitar cada piedra de nuestro camino, y nunca dejar que algo grave nos suceda.
Un abogado jubilado me envió esta declaración, la cual había encontrado en un testamento: “Para mi hijo, dejo el placer de ganarse la vida. Durante veinticinco años, él pensó que el placer era mío. Estaba equivocado.” Muchos cristianos esperan que su Padre celestial les haga todo fácil.
El Señor Jesús nos explicó claramente que tendríamos problemas. Él dijo, “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Los cristianos no pasarán por la Gran Tribulación, pero usted y yo ciertamente estamos pasando por nuestras propias tribulaciones pequeñas.
Samuel Rutherford hizo la declaración, “Si no fueran extranjeros aquí, los sabuesos de este mundo no les ladrarían.” El Señor Jesús nos avisó que al mundo no le gustarían los cristianos. Le dijo a sus discípulos, “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros” (Juan 15:18). Algo está mal si usted llega a ser demasiado popular como cristiano.
No, mi amigo, la vida cristiana no es un lecho de rosas. Debemos participar “de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios” (2 Timoteo 1:8).
—J. Vernon McGee
Fundador de A Través de La Biblia
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1 Comment
Lei en algun lugar sobre un comentario del libro de los hechos y decia asi: “La vida cristiana es un camino de rosas, pero hay que tener cuidado con las espinas
Bendiciones siempre