Un hijo asesina a su padre

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Quedé conmocionado ante la noticia. Los medios capitalinos pusieron en primera plana el trágico incidente en que un menor de 13 años mató a su padre la noche del 22 de noviembre de 2008, de dos puñaladas.

La crónica de El Observador relata que el hecho sucedió cuando Rául Nicanor Bentaberry López de 40 años llegó a la vivienda de la calle Cerdeña y Eridano en estado etílico exigiendo ver a su concubina, pese a la existencia de una orden judicial que le prohibía acercarse a ella. “Para evitar más problemas, la mujer salió de la casa para hablar con Bentaberry y el hombre comenzó a insultarla y agredirla. El hijo de ambos, de iniciales M.D.L.C, vio todo el episodio y en determinado momento se abalanzó hacia su padre y lo tiró al piso. Bentaberry tenía entre sus prendas una cuchilla. El adolescente tomó el arma y le propinó dos puñaladas en el tórax.”

Tras las pericias judiciales el niño de 13 años, que quien sabe cuánto antes dejó de serlo, fue puesto en libertad por considerar que actuó en legítima defensa.

Triste final que deja un hombre joven muerto, un niño con el trauma de haber asesinado a su padre de por vida y una madre lamentándose por el hecho.

Tenemos aquí a un núcleo familiar que refleja un extremo al que nadie quisiera llegar, pero que sin duda es uno de los destinos probables de muchos otros dramas que la familia uruguaya está viviendo por falta de políticas públicas y privadas en favor de la familia.

Cuando llegan los tiempos electorales, todos apelan a la familia como discurso sensibilizador para captar votos; y algo parecido se hace desde ámbitos eclesiales cuando se dan muchas predicaciones familieras desde los púlpitos, pero pocos son los proyectos concretos, con una estrategia y plan de acción para que la familia sea contenida dentro de las comunidades de fe cristianas.

Tanto políticos como pastores evangélicos y otros actores sociales acusamos los grandes problemas sociales del Uruguay en la crisis de la estructura familiar, pero ¿qué estamos haciendo por ella?
Creo que es urgente que nuestra sociedad se dé un debate sobre lo que entendemos por familia, cuál es el mejor modelo familiar a promover que resulte en un desarrollo sano de sus integrantes, qué políticas se necesitan implementar para que la fortalezcamos, qué programas espirituales son necesarios, entre otra infinidad de cosas que podría enumerar.

No conozco a este muchacho y su disfuncional familia, pero a menos que alguien haga algo para ayudarlo su destino no es muy promisorio, pues tiene antecedentes que lo hacen una potencial víctima que fácilmente podrá reproducir lo que vivió en su infancia.
Esto me hace recordar del tirón de orejas del apóstol Santiago cuando decía: “Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta” (Santiago 2:15-17).

Entonces yo me pregunto mirando este caso concreto y el estado de la familia uruguaya: ¿De qué aprovecha que demos discursos y predicaciones si no le damos las cosas necesarias para contener la base de la sociedad? ¿Cuántas personas pasan por nuestras congregaciones y lo único que les decimos es la típica frase evangélica, que no es más que una evasiva: “voy a estar orando por vos”? Y luego nos damos vuelta y buscamos alejarnos lo más posible de esa persona para no involucrarnos en un lío ajeno. ¡Ojo! Creo que el poder de la oración es tremendamente importante, pero también creo que al momento en que nos ponemos a orar por algún tema, Dios nos apela a que seamos actores participantes para brindar soluciones concretas.

Después de todo somos las manos por las cuales Dios realiza su obra de amor en el ser humano. Somos los que tenemos que poner la fe en acción, para que la misma no sea muerta.

Espero que el 2009 nos encuentre desarrollando proyectos concretos para aunque sea cambiar “una” situación familiar de riesgo. Cada uno desde su lugar de batalla, pero haciendo algo, para que la desalentadora noticia que tomamos para este artículo no vuelva a repetirse.

Lic. Esteban D. Larrosa
Director RTM Uruguay

2 Comments

  1. VALIENTE REFLEXION, SABIA Y HONESTA. FELICITACIONES. También he sido conmocionada por esta noticia, aunque lamentablemente el hecho no es unico. Hace un tiempo fui conmovida cuando supe que un padre mató a su hijo (y eran evangelicos ambos!) Sin duda esto nos estremeció a muchos. Lo grave es quedarnos en eso nada más.
    Este niño de 13 años tiene una vida por delante y como la va a vivir si no aprende q u é e s la v i d a ?. Como seguirá su historia ?
    Coincido que faltan políticas publicas y privadas a favor de la familia, pero creo que primeramente tendriamos que ponernos de acuerdo en la definición de familia. Los evangelicos creemos que es el modelo que Dios nos presenta en Genesis, pero nuestra sociedad no está de acuerdo con eso. Y de ahi que andamos por caminos separados. Estamos llamados a ayudar socialmente. Aveces no podemos ayudarnos entre nosotros, y entonces, no hay posibilidades de auxilio hacia afuera, pero… pero…ocurrira si seguimos CON LAS MISMAS POSTURAS. No se quien lo dijo pero creo que vale “Nadie que llore de verdad volverá a ser el mismo”. Me parece que la reiteración de estos hechos nos está tornando insensibles.
    Orar no es poco. En ocasiones no se puede hacer otra cosa. Pero no es orar superficialmente tampoco. Aveces se dice “voy a orar por ti” y luego no se hace o se hace en exhibición pública , o sin perseverancia. Creo que si oramos de todo corazón persistiendo en ello, podremos entrar a la segunda etapa que es h a c e r algo concreto
    EL OTRO DIA OI UN TESTIMONIO DE UNA FAMILIA CRISTIANA QUE SACARON DEL INAU A DOS VARONES ADOLESCENTES E INTEGRARON AL HOGAR. SUS DOS HIJOS TAMBIEN VARONES ADOLESCENTES CRISTIANOS APOYARON LA IDEA DE SUS PADRES Y ESTAN COLABORANDO. ME ALEGRO SABER DE ESTO.
    ME UNO AL DESEO Y ORACION DE QUE PODAMOS DESARROLLAR PROYECTOS PARA CAMBIAR SITUACIONES FAMILIARES DIFICILES. Y FUNDAMENTALMENTE TODOS SEAMOS PADRES, ABUELOS O NO LO SEAMOS PONGAMOS LA MIRADA EN NUESTROS NIÑOS Y NO ES SOLO UN JUGUETE, UN CHUPETIN, O UN PC, QUE TODO TIENE SU LUGAR, SINO PROPORCIONAR VALORES Y MUCHO AFECTO.
    GRACIAS POR ESTE ESPACIO. DIOS LES BENDIGA.

  2. Carolina Vallejo dice:

    Si hay situaciones que nos dejan sin palabras. aunque comparto que hablamos mucho y en especial la comunidad cristiana evangélica debe marcar mayor presencia en la comunidad toda. una presencia contundente y fuerte . ¿Qué es lo primero que ve la gente común? Ve el hacer , ve lo que ven sus ojos, su vista.

    No hay una sola forma de predicar . Hagamos , demos con alegría . Atentos a las necesidades del otro.

    La comunidad cristiana evangélica debe darse un espacio de deate a su interna y lograr acuerdos, llevar propuestas concretas.
    Tantos temas y que no voy a repetir porque se han tratado aquí.

    Depongamos nuestras diferencias , arreglemos a nuestra interna personal, congregacional y consensuemos de una vez por todas.
    ¿O qué Biblia predicamos?, ¿A qué Jesucristo mostramos?
    Sigamos reflexionando y sin miedo . ¿Cuando comenzamos? Yo ya estoy pronta para poner la mano en el arado .

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