Cuidado con los legalistas

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foto_obamajurandoporsegundavezEl novel presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, debió prestar juramento dos veces. La causa fue un error cometido por el juez John Roberts, presidente de Corte Suprema, que en medio de una accidentada toma del juramento invirtió el orden de dos palabras del texto que está expresamente redactado en la constitución y le hizo decir al Presidente una versión apócrifa del texto original. Sin embargo, todos respiraron tranquilos pues “no se preocupen,” indicó la Casa Blanca: “a pesar de la falla Obama ha sido presidente desde el mediodía del martes.”

Veamos los hechos.
La crónica de la agencia 20 minutos destaca que no fue Obama quién se atascó ni quien perdió el hilo, sino el presidente del Tribunal Supremo de EE UU, John Roberts, encargado de presidir el acto como manda la tradición. Era él quien debía pronunciar, por partes, las 39 palabras que Obama tenía que repetir para prestar juramento.

Gates pronunció palabras cruciales en orden incorrecto: “Yo Barack Huseein Obama…”, comezó Roberts. Obama, con la mano apoyada en la Biblia de Abraham Lincoln, lo siguió. Sin embargo, no había llegado aún a su segundo nombre cuando el magistrado lo interrumpió y, antes de que pudiera continuar, añadió: “juro solemnemente…”, lo que obligó a Obama a comenzar la frase desde el principio.
La cosa no quedó ahí, y tras alguna que otra interrupción, Gates pronunció palabras cruciales en orden incorrecto. Donde debería haber dicho “… que ejerceré fielmente el cargo de presidente de los Estados Unidos”, dijo “… que ejerceré el cargo de presidente de los Estados Unidos fielmente”.
Obama, que se dio cuenta perfectamente del error, sonrió y dio al juez la oportunidad de corregirse, pero éste, visiblemente nervioso, colocó el adverbio “fielmente” en su lugar y olvidó pronunciar la palabra “ejercer”.

Repetición, por si acaso
Al final Obama repitió la primera versión de Roberts, la que, pese a tener el orden alterado, no excluía ningún elemento. Más tarde, durante el almuerzo en el Capitolio, el magistrado reconoció su error y pidió disculpas al ya investido presidente de EE UU. “Fue culpa mía”, dijo, según varios testigos.

El asunto parece ser una mera anécdota, pero existía el temor de que algunos extremistas de la Ley pudiesen aferrarse a este defecto de forma para pasarse los próximos cuatro años diciendo que Obama no es un presidente legítimo.
Por si acaso, y aunque legalmente no fuese estrictamente necesario, Obama prestó juramento de su cargo por segunda vez este miércoles, en una ceremonia privada que se llevó a cabo en uno de los salones de la Casa Blanca.

Hasta aquí lo anecdótico recogido por la prensa.

Sin embargo, los asesores de la Casa Blanca, tienen razón, los legalistas podrían tomar esto como manera de invalidar el mandato del presidente. Y esto me hizo recordar de una cantidad de “legalistas” que andan peligrosamente atentos de hacerle la vida imposible a todo el que puedan encontrar en su camino. Son personas que se dedican a poner reglas insoportables e imposibles de cumplir, incluso por ellos mismos. No hagas esto, no vayas a tal lado, no comas tal cosa, no te juntes con tal persona, entre una gran lista de “no” que es peor que la más dura sequía.

Jesucristo tuvo que enfrentarse a personajes de este estilo. Eran los “maestros de la ley”. ¡Vaya titulo! Regulaban hasta lo más irrisorio. Por ejemplo, cuando los discípulos de Jesús se pusieron a comer un sábado, arrancando espigas de un sembrado, o en otra ocasión en que no se lavaron las manos para comer pan, o cuando Jesús curó a un hombre con un brazo seco un día sábado. Llegaban al punto en sus regulaciones y leyes que terminaban quebrantando la misma ley de Dios. Por ejemplo: la ley de Dios era clara en que se debía honrar al padre y la madre y que el que maldijere al padre o a la madre sería condenado a muerte, pero ellos habían inventado una cláusula en que se evitaban tener que ayudar económicamente a sus progenitores cuando estuvieran en necesidad argumentando que su dinero era ofrenda a Dios todo aquello con que pudieran ayudarlos, así que con ese justificativo invalidaban el mandamiento de Dios de honrar a sus padres.

¿Cuál fue la respuesta de Jesús?
En Mateo 15:79: “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí, pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.”

Recuerdo la llamada a la oficina de Radio Transmundial de una muchacha muy angustiada. Llamaba a escondidas de sus padres. Su familia concurría a una iglesia que regulaba casi toda la vida de sus miembros. La muchacha no podía depilarse, ni utilizar maquillaje, debía peinarse a la usanza de antaño, ojito con usar pantalones, ni hablar de escuchar música “mundana”, y un sin fin de cosas que en vez de darle gozo, la esclavizaban. Traté de mostrarle con La Biblia en mano que Jesucristo vino a darnos libertad y no a esclavizarnos de tradiciones y regulaciones impertinentes. No sé si logró escapar de ese estilo de vida tan miserable; es mi oración que sí, al igual que todos los que están sufriendo de este terrible mal.

Cuidémonos de los legalistas que buscan hacernos la vida imposible. Son “ciegos guías de ciegos; y si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo.” (Mateo 15:13). Huyamos de esta gente y aferrémonos a la alegría de vivir de Jesucristo.

Lic. Esteban D. Larrosa
Director RTM UY

8 Comments

  1. MARCO dice:

    Me llama la atención de el ´ legalismo ´ manejado a conveniencia de quien lo interpreta, hay quienes no comprenden la libertad en Cristo, y determinan que pueden vivir como el mundo, pero olvidan que la Biblia habla de santidad. Parapeto viene a ser el que otros digan que esta prohibido ser o estar, pero entender lo que Dios manda es tan fácil.. Cristo nos da libertad, para ser siervos por amor, pero también requiere que el siervo sea capaz de llevar una vida espiritual no adulterada, con esto refiero a que si se le llama legalista a una dama por no usar pantalón, seria prudente quitar de las escrituras el mandato sobre la vergüenza que es para una mujer usar ropa de hombre y viceversa, si se le llama mundana a una mujer que vive feliz porque agrada a su Señor antes que a un pastor. Recordemos, la Biblia, mi Biblia nunca se contradice, libertad sin romper los mandamientos, sed Santos, porque mi Padre en los cielos es Santo. Santidad es separación del mundo y sus corrientes. Dios ve el interior, si, por supuesto, pero Dios también manda que seamos la sal y la luz del mundo, sin participar de las cosas infructuosas, pregunto ¿Qué pasaría en los tiempos de sacerdocio, si primero el sacerdote hacía expiación por el pueblo y después por él? moriría, exacto. Dios es un Dios de orden, y seguir sus ordenes sin pretender eceptuar o incrementar alguna. Dios da libertad, pero no confundir esa libertad con mi carne para justificar lo que sé que hago y esta mal, los legalistas mandarán muchos a la tristeza y al infierno, pero ¿que de los liberales? ¿cuantos mandarás tu con tus frases y pensamientos liberales rebeldes? Vive feliz, pero con temor en Dios, no en una iglesia o religión. ¿Cuantos se niegan a Cristo por ver cómo viven los liberales? Dios les bendiga

  2. Carolina Vallejo dice:

    Somos libres en Cristo , la verdadera libertad está en El y sólo en El a quien damos cuenta de nuestros actos.
    No al libertinaje.

  3. Sembrador dice:

    Interesante planteo, Paul. Vamos a ver si alguno acepta el desafío.

  4. Paul Campero dice:

    No la legalismo tampoco al liberalismo, seamos sensatos en nuestra andar cristiano, es Cristo quien nos libero a el Sirvamos, en ese caso somos libres del mundo, pero esclavos de Cristo.

    En ese caso queridos hermanos podria escribir alguien algun articulo sobre si la Libertad existe o el ser libre equivale hacer lo que uno quiere?

    Gracias y bendiciones

  5. Paul Campero dice:

    El cuidado que debemos poner a la situacion legalista dentro de las congregaciones, no solo es un tema de leyes, reglas, presion, desavenecias sino de irresponsabilidades, ademas de incongruencias especialmente de aquellos que suelen ser nuestros maestros y guias, aquellos que nos piden llevar cargas que ellos mismos no pueden llevar, Nuestro Senor Jesucristo decia que “saca primero la viga de tu ojo…” supongo que la situacion la mala manera de enfoncar la escritura y el descontextualizarla, ademas de llamar a todas las cosas malas, no podemos negar que muchos preferimos evitar ciertos asuntos por considerarlos peligrosos y daninos a nuestra fe.
    El apostol Pablo en cuanto a la libertad decia “todo me es permitido pero no todo me conviene” tengamos cuidado con nuestra “legalista” forma de ser o de aquellos que pretenden darnos cargas de mas, sin embargo reflexionemos tambien (y mas aun) de nuestra “libertad” en Cristo.
    El senor nos ayude a no ser legalistas y a mantenernos fieles a su servicio en medio de esta generacion.
    Bendiciones

  6. Carolina Vallejo dice:

    Realmente lo de los huesos rotos no la tenía.
    Me acordé de ves en cuando aparece uno que otro legalista, el último que esuché aludía al uso de pantalones por parte de la mujer en la Santa Cena. Aparecen de todas las edades ,me preocupa la gente joven y legalista. Felizmente al no encontrar campo propicio para sus planteos se van.
    Otra cosa interesante cuando pululaban en nuestras asambleas y molestaban bastante…un buen día sus hijos crecieron ya en la adolescencia , cambiaron del día a la noche. Creo que habrán dicho o cambiamos o se nos van. Entonces intempestivamente cambiaron, ¿para pensar ,no?

  7. Sembrador dice:

    Impecable el artículo, licenciado.
    Yo supe lo que es congregarse en una iglesia de legalistas, en la que nos decían que si no obedecíamos a todas reglas (los varones también teníamos: no usar barba, no usar bigote, el cabello corto casi estilo militar, no usar pantalón vaquero), si no obedecíamos, Dios nos iba a “romper todos los huesos”.
    ¡MARAVILLOSO! lo que escribió el apóstol Juan acerca de que Jesucristo vino “lleno de GRACIA y de verdad” (Juan 1:14), se lo habían comido con fritas.
    Hace 20 años que, luego de mucha crisis y mucho temor, nos alejamos de esa manera miope de entender la vida cristiana. Y la verdad, no solo experimentamos la libertad, sino también la bendición en Cristo.
    Y gracias a Dios, con todos los huesos sanos.
    Excelente el artículo. Un abrazo.

  8. Carolina Vallejo dice:

    Cuidado con los legalistas, si cuidado. Siempre los hubo . La situación que plantea la chica se ha venido repitiendo con algunas variantes y modificaciones según las modas. Mi madre ( hoy tendría casi 90 años) se convirtió a los 15 y estuvo en la iglesia evangélica 75 años. Situaciones d ese tipo ya se daban en los 30.Por ej . en ese momento no se podían casar de blanco , ni usar flores en la reunión. Si!!!! aunque usted no lo crea por lo menos en el sector crist. evangélico al que pertenecía. Paso el tiempo y las cosas han seguido con variaciones. Yo viví alguna situación similar y los legalistas vinieron a pedirme perdón.Las cosas hoy 2009 no se como están.
    Felizmente siempre se me enseñò a remontar vuelo como las águilas y no ser como un gusano subterráneo.

    Así hay que hacer. Dios mira el interior , la intención , el pensamiento, la acción y como nadie sperfecto El tiene misericordia el legalista no.

    Adelante. Estaría como para hacer una investigación antropológica para anlizar éste tipo de situaciones que aún hoy parece que existen matando a mucha gente.Excelente

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