Dios ama a sus hijos

Ayer y Hoy – Entre la Alegría y ¿la Decepción? / 1era Parte
26 enero 2009
Ya no quedan héroes
2 febrero 2009
Ayer y Hoy – Entre la Alegría y ¿la Decepción? / 1era Parte
26 enero 2009
Ya no quedan héroes
2 febrero 2009

foto_ninoorandoPor: Dr. J. Vernon McGee – fundador y autor de: A Través de La Biblia

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1)

Déjeme darle mi traducción muy literal de este versículo: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios, y los somos; por esto el mundo no nos conoce (ni nos empieza a entender), porque no lo conoció (ni lo empezó a entender) a él.”

Juan está diciendo que no esperamos ser los hijos de Dios, nosotros somos los hijos de Dios. Una mejor traducción incluye las palabras “y los somos.” El hijo de Dios puede decir enfáticamente, “Soy hijo de Dios a través de la fe en Jesucristo.” No lo anticipamos ser ni lo esperamos ser; el hecho emocionante es que cada creyente se puede deleitar y regocijar y constantemente agradecerle a Él porque es hijo de Dios. No nos jactamos en nosotros mismos, sino nos jactamos en el Pastor maravilloso que tenemos.

Este tipo de amor de que habla Juan es un tipo extraño, un tipo insólito, un tipo de amor del cual no estamos acostumbrados. Dios nos ama. ¡Cuál amor nos ha dado el Padre! El amor de Dios-su amor hacia nosotros-llena nuestros corazones a través del Espíritu Santo. Luego Juan muestra que Dios ha demostrado su amor en dar a su Hijo para morir por nosotros. ¿Cuántos tenemos a alguien que moriría por nosotros? ¿Por cuántas personas moriría usted? Dios ama a usted, y Él ha demostrado su amor-Él dio a su Hijo para morir por usted.

La fuerza más motivadora del mundo es el amor de Dios. El amor es el impulso más grande en la familia humana. Un hombre ama a una mujer, una mujer ama a un hombre, y algunos hacen sacrificios tan tremendos el uno para el otro.

Cuando el amor humano es verdadero, es una cosa hermosa, es una cosa noble, una cosa maravillosa, y es una iniciativa tremenda. Pero el amor de Dios hacia sus hijos es superior a cualquier cosa que podamos experimentar en el plano humano.

El verdadero hijo de Dios va a demostrar su nacimiento espiritual por ser obediente a la Palabra de Dios. El amor asombroso de Dios nos debe motivar. Es lo que nos hace querer vivir para Dios. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.

4 Comments

  1. Paul Campero dice:

    Entiendase el amor de Dios como el denodado esfuerzo de llegar a nosotros y mostrarnos lo que realmente cuesta ese amor, el sacrificio que debio hacer por llegar al mundo perdido (a noostros) no pensemos el amor de Dios en terminos romanticos mediavales, sino un amor sacrificado, esforzado, haciendo lo inimaginable por darnos la felicidad, la paz.
    El perdon forma eficientemente una cualidad necesaria del amor de Dios, asi que me atrevo a decir que el perdon (no el olvido, no confundir) es parte escencial en el amor de Dios hacia nosotros, y nosotros sus hijos debemos ser reflejo de ese amor, a los nuestros y hacia aquellos que pueden llegar hacer enemigos (personales o de la cruz de Cristo) por lo tanto amar como Dios, difiere mucho de la forma de “amar” que nos ensena el mundo, mostremos ese amor de Dios en nosotros, hacia los demas.
    Bendiciones

  2. El verdadero amor es el que Dios nos tiene a cada uno de sus hijos, y es por eso que nosotros como hijos de El debemos hacer todo con amor, porque si no tenemos amor a las cosas que realizamos de nada sirve.como dice la palabra de Dios, en primera de corintios 13.8 El amor nunca deja de ser.

  3. jorge scheiber dice:

    como dice la palabra de DIOS el perfecto amor echa fuera el temor

  4. Carolina Vallejo dice:

    El amor de Dios es maravilloso.
    Los cristianos debemos amarnos los unos a los otros, es bíblico. Debemos manifestar el amor .Por sobre todas las cosas amar , qué diferencia con la codicia, ¿no?

    Amar lo que nos rodea , amar a quienes nos rodean , amar a nuestros enemigos. Amar la base del perdón. Cuánto debemos aprender , cuánto más debemos amar. Amar en Cristo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *