Air France 447: ¿Se podría haber prevenido la tragedia?

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foto_airfranceLa pregunta no es de fácil respuesta y aún se están investigando las causas. Si bien no se puede demostrar (todavía) la correlación con el hecho, están apareciendo indicios que sugieren la existencia de una demora en la toma de las decisiones estratégicas de la aerolínea y de la compañía que fabrica los Airbus, en relación a las sondas de control de velocidad de los modelos de aviones A340 y A330.

Hurgando el archivo.

Son llamativas las declaraciones de Air France en las que señalan que ya desde mayo de 2008 habían observado “incidentes de pérdidas de informaciones anemométricas en vuelos crucero” de estos modelos de Airbus. Esto obligó a la empresa francesa a acelerar su programa de reemplazo de los Pitot (sondas de control de velocidad), en esos aparatos a partir del 27 de abril pasado.

Por otro lado, una nota interna de la compañía fechada el 6 de noviembre de 2008, que la agencia AFP pudo consultar, destacaba que “una cantidad significativa de incidentes” relacionados con las sondas Pitot, “se produjeron en vuelo en nuestros A330-340”.

Según la nota, los incidentes reportados intervinieron en un contexto de “zonas de escarcha” o de “turbulencias” débiles, moderadas o fuertes.

Dichas “anomalías” se referían a indicaciones de velocidades incorrectas, velocidades diferentes indicadas en las pantallas del comandante y en las del copiloto y desconexión del piloto automático, entre otras.

Hace unos días, el constructor aeronáutico europeo Airbus confirmó que había iniciado un programa para mejorar y reemplazar dichas sondas, precisando que la modernización de algunos de esos aparatos no era nada extraordinario en la vida de un avión. Pero uno se pregunta: ¿era necesario esperar la tragedia para iniciar los cambios masivamente?

La sonda Pitot

Este aparato nos dice un informe del portal observa.com.uy es un tubo curvo situado en la parte delantera del avión que registra la presión estática y la presión dinámica, es decir del flujo del aire.

Si falta uno de esos valores, debido a la obstrucción de la sonda por la escarcha o por un objeto cualquiera, la información de la velocidad enviada a los ordenadores de vuelo será equivocada.

En la historia reciente de los accidentes de aviación hay por lo menos dos casos en los que la investigación estimó que un fallo en este sistema provocó una serie de anomalías que culminaron en la caída (¡!) del aparato.

¿No lo vieron venir?

Más allá del desastre que todos estamos lamentando, quisiera focalizar mi atención en estas revelaciones respecto a las sondas de control de velocidad: ¿No se podría haber actuado antes al respecto? ¿Por qué a pesar de toda la información interna y externa con que contaban las organizaciones no supieron tomar medidas a tiempo que tal vez habrían evitado desastres para cientos de vidas?

Y aunque este hecho no tuviera relación alguna (o tal vez si) con los desastres: ¿por qué las organizaciones demoran tanto en tomar acciones respecto de elementos vitales en el desempeño de su misión institucional, que contienen elementos potencialmente dañinos y de los cuales tienen información veraz al respecto? Sin embargo, no las ven o no las quieren ver y no hacen nada al respecto.

Orejeras organizacionales

La mayoría de las organizaciones buscan actuar con racionalidad para producir efectos beneficiosos. Pero como estamos presenciando existen elementos internos y externos que terminan produciendo tragedias.

En el caso de Airbus y Air France, las decisiones queremos creer que no son hechas por gente tonta o cruel que busca el mal en su prójimo. Las mismas son tomadas, en la mayoría de los casos, por gente como cualquiera de nosotros, que trata de hacer las cosas de la mejor manera posible.

Sin embargo, existen ocasiones en que todos cometemos errores por alguno de los siguientes elementos que operan como las orejeras que utilizan los animales de carga.

1)    Información y comunicación. Puede ser que no poseamos suficiente información, que no entendamos la información que tenemos respecto a un tema, o incluso que la malinterpretemos. En otros casos la información no se comunica adecuadamente, se guarda en un cajón y/o se posterga por otras urgencias del momento.

2)   Ideología. Muchas malas decisiones son tomadas porque nuestra ideología que circunscribe el mundo a una serie de premisas limitadas, equivocadas, u obsoletas nos lleva a callejones sin salida. Esto sucede, por ejemplo, en la educación, donde la mayoría de los sindicatos de maestros piensan de maneras inadecuadas a la nueva realidad de cuáles deberían ser los contenidos y sistemas educativos más eficientes; pero sin darse cuenta que eso empuja (entre otros factores) a los adolescentes a abandonar masivamente la educación secundaria a la que ven como irrelevante.

3)   Ideas morales que nos empujan a tomar decisiones que no son lo mejor para las organizaciones y la gente a la que decimos servir. Aquí los prejuicios juegan un papel muy limitante. Por ejemplo, al tomar un empleado basado en estereotipos de medidas físicas, color de piel, religión, entre muchas otras. No me refiero a negociar con nuestros valores éticos fundamentales. Ellos no deben estar en cuestión, sino al moralismo de tipo “victoriano” que produce decisiones ridículas.

4)   Poder y política. La mayoría de las decisiones estratégicas están centradas en lo más alto de la jerarquía organizacional, pero también existen coaliciones internas (unidades, departamentos, grupos técnicos y profesionales, sindicatos, burócratas e incluso proveedores) con intereses particulares de que cierto tipo de decisiones no sean tomadas. En otras oportunidades, las dirigen en determinada dirección por intereses particulares para no perder sus privilegios o el poder que han logrado individual o corporativamente. Estos procesos políticos no siempre coinciden con el bien colectivo y el de las personas a las que se sirve.

5)   Económicas. Parar los aviones para cambiar las sondas supondría dejar de percibir el dinero por esos viajes por ejemplo, y tener que mantener el personal y sus sueldos con números en rojo. Pero la pérdida de 200 vidas no se paga con nada. Lo mismo cuando en medio de una crisis financiera se cortan los fondos de inversión en entrenamiento y educación del personal de la institución como manera de bajar costos, sin darse cuenta que lastiman el desarrollo de la estrategia. La visión economicista, donde entra también la codicia, es una barrera que nos impide tomar buenas decisiones.

6)   Ambientales. Una gran competitividad en el contexto del mercado donde nos movemos puede llevarnos a tomar medidas, en que a pesar de los controles de calidad que demuestran imperfecciones en sistemas importantes, no se paran los aviones para un recambio, que supone varios días sin estar en el aire y perder clientes. Y tal vez, un sistema regulatorio insuficiente para obligar a la empresa a parar las aeronaves para el mantenimiento necesario.

Buenas o Malas Decisiones.

La calidad de nuestras decisiones solo puede juzgarse al pasar el tiempo. Lo que hoy parece una solución, mañana será una barrera o habrá creado dificultades. Por tanto, no hay soluciones perfectas.

Sin embargo, las organizaciones deberían desarrollar procesos en la toma de decisiones que permitan evitar tragedias personales y colectivas cuando la información está disponible y nos avisa con carteles luminosos de peligros inminentes que pueden terminan en desastres como el AF 447.

A nivel personal ocurre lo mismo, y muchas veces todos estos elementos que mencionábamos nos impiden tomar decisiones correctas, o que elijamos mejores alternativas. Esto puede ir desde con quién me voy a casar, mi vocación y la profesión u oficio, hasta el emprender un negocio, comprar o vender, entre muchas otras.

Sin duda la información, su interpretación y comunicación es central en la toma de decisiones. Por ello, debemos tener una fuente confiable que nos permita interpretar correctamente las cosas en un mundo muy complejo y confuso.

El libro de Proverbios de La Biblia, debería ser en este sentido fuente permanente de consulta, consejos que nos ayudarán a tomar buenas decisiones en lo personal y colectivo, pues se basan en principios y valores dados por Dios mismo.

Termino entonces citando los primeros 3 versículos del capitulo 16 para que los tengamos en cuenta al tomar decisiones en las empresas que nos toca participar.

“Del hombre es hacer planes en el corazón; de Jehová es poner la respuesta en la lengua.

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero Jehová es quien pesa los espíritus.

Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados.”

Proverbios 16:1-3

Lic. Esteban D. Larrosa

Director RTM UY

3 Comments

  1. Ester dice:

    Muy buena la selección de citas bíblicas. hacen pensar y muy fuerte.
    Encomendarnos a Dios siempre, El tiene la última palabra.

  2. Flaco Oriental dice:

    Esta semana cayó otro Airbus en el océano Indico. Habría que mandarles el artículo a los que dirigen estas empresas de aviación para ver si toman las precausiones del caso.

    ¿Habrá indolencia de parte de esta gente? A esta altura uno no sabe que pensar, son cientos de vidas de personas que están en juego. ¡Qué tragedia!

  3. Livio Daniel Sosa C. dice:

    Solo un saludo, los escucho cuando me es posible, como ahora.
    LAS MAS RICAS BENDICIONES DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUIEN ES BENDITO POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, SEAN PARA USTEDES Y SU MINISTERIO.
    Con AMOR EN CRISTO. GRACIAS.
    Livio Daniel.
    MALDONADO.

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