Columnas de Humo

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8 julio 2009
Sorteo del "Columnas de Humo"
9 julio 2009
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foto_columnasdehumoEstas dos últimas semanas hemos decidido invitar al Dr. Alvaro Pandiani a comentar y discutir en la columna “Diálogos a Contramano” en el 610 AM (martes 21:00 hs.), algunos de los personajes de “Columnas de Humo”, su novela premiada por el Grupo Nelson de literatura de Ficción 2008 y que ya está en todas las librerías de Hispanoamérica. La novela está recibiendo muy positivas críticas en diversos medios especializados.

Dice el Dr. Pandiani:

Los doctores Vilardebó, Vidal y Rymarkiewicz, son personajes históricos, que existieron, y anclan los personajes ficticios a la realidad histórica. En cuanto a Vilardebó, uno de mis propósitos al escribir esta novela fue acompañarlo en su sacrificio por las víctimas de la epidemia; ese sacrificio hizo que aún se lo recuerde, en Uruguay. La ciudad es un personaje más de la novela.

Las discusiones políticas están solo en el capítulo 1, y su propósito es dar un marco de actividad normal de la vida del país, que se rompe por la llegada de la epidemia. Después, todo tiene que ver con la epidemia, y la desagregación progresiva de las estructuras institucionales, que lleva la ciudad casi al caos.

Hay 6 lechos de muerte (en la 4ta visita que hacen Ventura y César el sábado, el anciano no está moribundo). A ver: la del escribano Aguirre dispara la epidemia; las tres primeras visitas de Ventura y César el sábado (enviados por el vicario apostólico), son lechos de muerte, y junto a la cuarta, cooperan en el desarrollo de la idea de misión profética que cristaliza en la mente de Ventura durante su noche de vigilia en la Iglesia. Luego vienen las muertes de Ferretí, Vilardebó y Rymarkiewicz, todos personajes históricos que murieron en esa epidemia, y personajes de la novela.

Aunque mi novela está escrita para todos, al “protestante” lo introduje para hacerla potable a los lectores protestantes. Es que me pareció que (por razones históricas, es cierto) la novela tiene demasiado color católico romano. Pero el pastor Fraser es parte de la solución; en la entrevista final que tiene con él, Ventura encuentra la clave para superar la crisis de fe a que lo condujo todo lo vivido. Cuando Ventura pregunta: ¿dónde encuentra nuestro corazón fuerzas para creer?”, Fraser contesta: Allí donde encuentra fuerzas para perdonar, y allí terminan todos los cuestionamientos del indio.

RESPUESTAS ESPECÍFICAS A OTROS MEDIOS.

La pasión por escribir viene desde la adolescencia. Poco a poco empecé a poner por escrito esas ideas. Así surgieron varios cuentos cortos, y un par de novelas; aquel material casi siempre incluía un elemento de fantasía, en general fantasía científica, más que sobrenatural (género que no abordé sino hasta hace muy poco). La virtual inexistencia de oportunidades para publicar, mi ignorancia sobre el siguiente paso a dar, y un muy fuerte sentido de autocrítica hizo que aquellos trabajos fueran al fondo de un cajón, y hoy han desaparecido. Curiosamente, después de convertirme a Cristo (en 1984), aquel apasionamiento por escribir entró en un letargo que duró aproximadamente ocho años, y para el cual no puedo ofrecer una explicación. Al cabo de ese período comencé a escribir ensayos muy breves, que publiqué en revistas cristianas de circulación local. No fue sino hasta el año 1995 que retomé la vieja pasión de escribir narrativa de ficción, pero aún tendría que esperar otros diez años para ver publicada mi primera novela.

Paradójicamente, lo que no apagó pero sí desestímulo escribir novela de ficción fue el ambiente evangélico; por lo menos, el de mi país Uruguay. Recuerdo claramente a un bienintencionado pastor, ya fallecido, que luego de leer una de mis novelas juveniles de aquel entonces, me aconsejó escribir otra cosa. Su mejor sugerencia fue que me volcara a escribir… biografía. Puede ser que esto haya influido para hacerme entrar en aquel letargo del que hablé antes. Recuerdo muy claramente cuantas veces me sentí frustrado, y también enojado, porque la literatura evangélica se circunscribiera, además del estudio, el ensayo y la poesía, a la biografía, propia o ajena, sin dejar apenas lugar para la narrativa de ficción.

Columnas de Humo entretiene, e incluso en algunas partes divierte; pero también, en otras partes, según me han dicho quienes ya han leído la novela, angustia y arranca lágrimas.

Al final, no obstante, ejes argumentales que corren a lo largo de la historia emergen en desenlaces en los que se pretende trasmitir los más significativos valores del cristianismo que otorga sentido a la vida del autor del libro: la fe que permanece cuando todo se derrumba; la esperanza que se mantiene aún en la “medianoche entre la vida y la muerte”; el amor más grande y desinteresado, el de aquel que se sacrifica por los demás (que toma su ejemplo magno en Jesús, quién nos amó hasta el fin); y el perdón, que puede limpiar el alma humana del odio más arraigado. Uno de los pasajes más significativos de la novela, uno de los que me resulta más poderosamente atractivo, es el diálogo del último capítulo entre el fraile católico romano Buenaventura Meléndez, y el pastor Fraser; diálogo que finaliza con el siguiente intercambio:

¿Dónde encuentra nuestro corazón fuerzas para creer?

-Allí donde encuentra fuerzas para perdonar.

La novela intenta trasmitir ese mensaje; las fuerzas para creer, tener esperanza, amar y perdonar, están en Cristo.

TRAMOS DE LA NOVELA QUE EJEMPLIFICAN LO DICHO por Pandiani.

Página 21 (diálogo entre Lamas y Ferretí).

Página 128 (fray Ventura contempla las columnas de humo).

Páginas 198 a 201 (fray Ventura y Ferretí).

6 Comments

  1. Ester dice:

    Ha sido muy gratificante ver “Columnas de Humo” en las vidrieras de librerías ubicadas en 18 de julio. Realmente cómo obra Dios y cómo se ingenia para que el mensaje llegue.
    Adónde se van las palabras? Adónde? Uno nunca sabe.

  2. Ester dice:

    Comparto lo expresado por la Lic. Vallejo

  3. Carolina Vallejo dice:

    Frente a una obra literaria podemos tener distintos niveles de lectura. Aquí hay varios pero quiero destacar dos y tienen que ver con los que compartimos los principios cristianos y con quienes no. En el primer caso me parece fundamental el abordaje del perdón. Tema muy pero muy necesario en éstos tiempos muy tratado y se ve que dios está obrando al respecto. Si deberemos aprender a : perdonar , disculpar ;aceptar el perdón y aceptar las disculpas. Asimismo aprender a perdonarnos y a disculparnos hasta con nosotros mismos. Muchas veces por distintos motivos nuestro corazón se endurece tanto que no podemos practicar esto y entonces la pregunta :¿dónde estoy yo?

    Por otro lado para aquellos que no comparten nuestros principios el mensaje de esperanza en Aquel que se entregó por nosotros y que da VIDA y esperanza entonces la pregunta:¿dónde estoy yo?

    Para unos y otros se plantea la pregunta y para unos y otros ésta novela recoge la respuesta bíblica de la que participa el autor y de la que espera que todos desde cada lugar podamos contestarnos a ésta pregunta trascendente aún hoy en la época digital. amén , adelante

  4. Carolina Vallejo dice:

    Como modesta lectora que acaba de leer el último capítulo opino que el mismo se roba toda la novela. Es excelente en especial el tramo referido en su columna por el escritor. Esa medianoche entre la vida y la muerte se transforma en : “Un maravilloso sol iluminaba el nuevo día” por lo tanto ese entre la vida y la muerte se transforma entre la “muerte y la vida”.
    ¿Por qué? porque en Cristo triunfa la vida y si triunfa la vida debe(hay) perdón y el perdón no da lugar ni al odio ni al rencor sino al AMOR que es en Cristo Jesús y es el vínculo perfecto.

  5. Carolina Vallejo dice:

    Lo siento voy a transgredir la norma de participar una sola vez por día ;no puedo dejar pasar esto.El párrafo en cuestión:”Paradojicamente…”
    Es muy aleccionante y jugosa su experiencia, no olvidemos que Dios tiene un tiempo para todo. Tal vez y sin tal vez Dios usó a ese hermano como un instrumento, ¿en qué sentido? En que ese no era el tiempo (aún ) para publicar. Tuvieron que pasar muchos años hasta que Dios diera el si y Dios es SABIO. Y de esto aprendemos todos, El tiene un tiempo para todo sepamos esperar;sin mirar ni a derecha ni a izquierda. Claro uno es humano… pero hay que saber ESPERAR EN EL.Su tiempo es el mejor ¿o no?
    Es una lección para los que estamos luchando con lo literario( mi caso) o con otras manifestaciones culturales (miradas de reojo por la comunidad cristiana evangélica).
    Lo único que debe IMPORTARNOS ES LO QUE DIOS DICE, los demás pueden decir lo que quieran que no nos afecte.Dios tiene un plan para cada uno.
    Dios le bendiga y adelante siempre caminando de la mano de Dios.

  6. Carolina Vallejo dice:

    Vuelvo a repetir lo expresado en otro blog. Es importante leerla, apoyarla. El mundo cristiano evangélico debe conocer ésta literatura y la comunidad toda. Nos introduce en distintos temas históricos, políticos , médicos, sociales, étnicos pero con un tema transversal creer y el perdón. Temas éstos esenciales y existenciales. Hay frescura , naturalidad y una narración rápida, ágil muy interesante. Qué bueno sería que a partir de aquí se pudiera elaborar un guión para otro tipo de producción ¿porqué no? Si es la voluntad de Dios así será. Es un buen disparador para diferentes actividades, creo que es único en su género. Además introduce un tema poco tratado (por razones ideológicas) :el genocidio charrúa y creo que es muy pertinente. Lo recomiendo a mis colegas docentes y es muy buena su lectura en familia , incluso como motivador de talleres y es más el análisis de los personajes desde lo espiritual y desde distintos ángulos.Hay mucho material y da para mucho.
    Excelente y al autor le digo: Adelante y esperamos nuevas novelas.

    Carolina vallejo

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