Un pastor me comentaba estos días: “…tropezamos a cada paso con iglesias que creen que la organización y la planificación están de mas, o son pecaminosas, o peligrosas, y que sustituyen a la presencia del Espíritu Santo…” Sin embargo, cuando uno lee La Biblia encuentra que Dios es un Dios de orden y que planificó el mundo detalladamente y no dejó nada librado al azar.
En el libro de Efesios indica que nos ha adoptado por medio de Jesucristo, según la determinación bondadosa de su voluntad desde antes de la fundación del mundo, para que seamos sus hijos (Ef. 1:3-5). Y en el otro extremo, encontramos un libro bíblico que describe en forma extremadamente detallada cómo será el fin de la historia y la redención final, me refiero al Apocalipsis. ¡Qué obra maestra de planificación estratégica!
Si Dios se tomó el trabajo de planificar nuestras vidas de esa manera… ¡Cuánto más nosotros que somos su hijos y decimos seguir el modelo de Dios! Por supuesto, que en el camino Dios nos enfrentará ante diversidad de encrucijadas y deberemos en todo ese proceso ser guiados por el Espíritu Santo y estar dispuestos a cambiar nuestros planes de acuerdo a su voluntad y lo que Él nos vaya mostrando día a día de acuerdo a esa planificación soberana que el ya tiene determinada desde antes de la fundación del mundo y hasta la eternidad.
Por ello, RTM Uruguay organiza el curso de Planificación Estratégica que comienza el próximo martes 5 de junio y al que le invitamos sumarse para discutir este tema y adquirir herramientas desde la cosmovisión cristiana para llevar adelante sus proyectos personales e institucionales.
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Lic. Esteban D. Larrosa
RTM Uruguay
1 Comment
Me gusta el concepto. El mismo está plasmado en la Biblia como tal: una planificación total.
Agrego además que es imposible que Dios sea ordenado y desordenado en el mismo o en distinto tiempo. La Biblia misma está dispuesta (ordenada) de tal forma que su lógica en el tiempo obedece a una línea de eventos causales (al menos en 5 tiempos) desde Adán hasta La Nueva Jerusalén del Apocalipsis: Inocencia, Pre-Ley, Ley, Gracia, Posteridad. Ninguno de los tiempos está sujeto ni limitado por el otro, por ende, no son coexistentes en ninguna manera. Así debe ser la Iglesia en esta tierra, ordenada, clara.
Bendiciones en el Proyecto. Saludos.