La Palabra – 2
17 abril 2017Contra la Corriente
19 abril 2017
Lectura: Salmo 91
“He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.” v.4
Un popular humorista dominicano, en uno de sus personajes caracteriza a un guardia de seguridad que pasa sus horas de servicio acostado en el sofá de la casa que cuida y para colmo usa su escopeta de reglamento como almohada. Esta estampa, aunque se trata de una comedia, satiriza perfectamente una realidad muy típica de mi país: el personal de seguridad tiene fama de dormirse, o al menos dormitar. También es muy frecuente que se distraigan de su función esencial que es prevenir riesgos y amenazas al lugar y las personas que dan servicio. Algunas empresas de seguridad contratan personas inexpertas y le proveen muy poco entrenamiento, por lo que nunca se sabe qué puede pasar en una situación de riesgo. A veces son jubilados que han sido policías, soldados, o personas envejecidas que por su situación económica tienen que seguir trabajando para sustentarse.
Tristemente suelen ser también, la primera víctima en atracos violentos a empresas. Por eso, a pesar de contar con estos servicios, hay personas y empresas que han sufrido daños de robos y atracos, en los que poco o nada ha servido la presencia vulnerable o negligente de un vigilante.
Me da esperanza saber, que en un mundo cada vez más inseguro, rodeados de amenazas de malhechores, hay una vigilancia superior, una protección de mayor nivel a la que podemos apelar: Dios nos ofrece Su cuidado y protección, nos quiere servir de guardador. Podemos confiar que Dios sí está alerta y vigilante, sin ni siquiera cabecear por sueño. ¡Esa es la seguridad con la que me gusta contar!
Georgina Thompson, República Dominicana