Expectativas no colmadas
21 marzo 2018La cruz el nudo de la fe cristiana
22 marzo 2018Lectura: Lucas 22:31 – 34
“Yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.” v.32
La Última Cena ha inspirado la teología, la literatura y el arte. Los evangelios nos aproximan a esos momentos finales de Jesús con sus discípulos, cuando les habló cosas de trascendente contenido espiritual. En este muy conocido relato, Jesús anuncia que Pedro le negará; y aunque el Señor había expresado que quien le negara delante de los hombres sería negado por Él delante del Padre, aquí muestra que incluso negarle podía ser perdonado, si había arrepentimiento.
Cosas pasan en el mundo espiritual. Satanás había pedido a los discípulos para zarandearlos; es decir, para hacerles tambalear.
Repito: Satanás pidió zarandearlos; sólo podía hacerlo si Dios se lo permitía. El diablo no podía hacer lo que quisiera con los discípulos, como no puede hacer lo que quiera con los hijos de Dios. Pero Jesús había rogado para que la fe de Pedro se mantuviera firme, e igualmente hoy Él intercede por nosotros (Romanos 8:34). Jesús había rogado por Pedro, porque Pedro, una vez restaurado, debía confirmar a sus hermanos, ayudándoles a mantenerse firmes en la fe.
Hoy, todos somos Pedro; y también somos el resto de los discípulos.
Podemos creernos capaces de sacrificios heroicos por la fe en el Señor, pero flaqueamos y nos desmoronamos ante la
prueba y la adversidad. Por eso, debemos ayudar a fortalecer la fe de nuestros hermanos que han flaqueado, porque en algún momento necesitaremos la ayuda y fortaleza incluso de quien flaqueó más que nosotros.
Álvaro Pandiani, Uruguay