Buen testimonio
29 marzo 2018Amor fraternal
3 abril 2018Lectura: 2 Juan 12, 3 Juan 13, 14
Los dispositivos de comunicación y las redes sociales presentan a los usuarios de distintas formas: conectado, disponible, en línea, ocupado, y otras expresiones programables para informar a quien esté del otro lado del mundo virtual si es posible mantener una comunicación, pantalla y teclado mediante, o no. Estos dispositivos prácticamente han sustituido una antigua forma de comunicación, la carta, escrita de puño y letra, a veces impregnada con el perfume o humedecida por las lágrimas de quien escribía.
Dos cartas muy breves del apóstol Juan, contenidas en el Nuevo Testamento, repiten una idea muy llamativa. En ambas, Juan menciona “muchas cosas” que tenía para decir, pero prefería no escribirlas, sino hablarlas personalmente. ¿Qué cosas serían? ¿No habríamos sido nosotros también beneficiados si las hubiera escrito? Pero Juan privilegió el contacto personal. Él expresó que, antes que papel y tinta, prefería usar el “cara a cara”; franco, abierto, cercano, viendo a las personas por cuyo bienestar espiritual se preocupaba. No letras escritas en papel, sino palabras vivas dichas con amor.
Los dispositivos de comunicación son útiles con quienes están lejos. Pero con aquellos que están cerca el “cara a cara”, cuando es posible, es la forma de comunicación que trae mayor bendición, pues permite compartir la fe, el estímulo y el aliento, el amor, la paciencia y el perdón. Inténtalo; si la persona con quien quieres comunicarte está cerca, deja el teléfono, la tableta o la computadora, y ten con ella una charla sincera, en el amor de Jesús.
Álvaro Pandiani, Uruguay
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Es muy cierto !