Las Piedras del Hambre
13 marzo 2019La memoria de Dios
15 marzo 2019Lectura: 1ª Pedro 1:1-9
“…su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva”v. 18
En un laboratorio probaron dos grupos de ratas para ver cuánto tiempo soportaban estar en una tina con agua antes de ahogarse. El primer grupo murió a los 11 minutos, el segundo grupo, luego de 11 minutos en el agua antes de ahogarse las sacaron, secaron y les dieron de comer; otro día las volvieron a meter en el agua y tardaron 11 horas en morir. Las mantuvo vivas la esperanza
de recibir ayuda.
Los cristianos del primer siglo fueron sometidos a la dura prueba de la persecución para probar cuanto tiempo les duraba la esperanza antes de recibir ayuda. Estos creyentes es- taban dispersos en Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, recibieron por el año 64 D.C. una carta del Apóstol Pedro donde les recuerda que Dios en Su sabiduría les escogió para una esperanza viva basada en el Cristo resucitado.
Los creyentes estaban siendo probados no por agua sino por fuego, como el oro. Pedro les recuerda que la esperanza se perfeccionaría, maduraría y crecería sabiendo que de Cristo recibirían una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible. La esperanza en Cristo a los creyentes de esa época y de ahora nos da valor para soportar cualquier prueba, nos da capacidad para sufrir lo inimaginable y nos da fuerza para sufrir la tortura más cruel. Si usted está pasando por alguna prueba en su vida a causa de su fe en Jesucristo a quien ama sin haber visto, anímese, Él le ama y le guarda con Su poder, la herencia que Él ha prometido no se perderá como la herencia que perdió el hijo pródigo. (Lucas 15)
José Castro Ordaz, México