«Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras» v. 15
Afines del año 2018, un alto funcionario de la Organización Mundial de Salud, informó la triste realidad de que el 93% de los niños y adolescentes menores de 15 años del mundo, estaba respirando aire contaminado. Esto implica un lento deterioro de la salud física y el consiguiente debilitamiento de las defensas ante los embates de diferentes enfermedades.
Jesucristo, en la enseñanza profética respecto del “tiempo del fin”, anticipaba que una de las señales, sería la presencia de “pestes, hambres y terremotos” (Mateo 24:7). Explica que sería solo el principio de dolores, porque las calamidades irían en aumento.
Existe otra “contaminación” que, al igual que la comentada, está debilitando a nuestra niñez y juventud. Esta tiene una prevalencia del 100% porque influencia la salud moral y espiritual de ellos. Me refiero a la creciente e insalubre corriente que va dominando en el mundo de brindarles cultura, deporte y entretenimiento, pero dejando de lado el nombre y la creencia de Dios en la mente, ambiente y formación de ellos.
Conceptos y modos de vida social y moral se están implantando por ley o costumbre; estos van deteriorando las normas divinas de convivencia para la familia y la sociedad. El matrimonio cae en desuso y la formación moral y social del niño está siendo quitada en la orientación que padres cristianos pudieran y debieran proveerles. El “aire” que respira nuestra niñez, está radicalmente contaminado. Cuidemos que los padres y madres cristianos puedan proveer a sus hijos de abundantes “bocanadas” del aire puro del cielo y la Palabra de Dios.
David J. Corvino, Uruguay
Instruyamos al niño en las verdades de la Biblia