“Perdonad y seréis perdonados.” Lucas 6:37
A diario suceden cosas que nos hacen irritar; a veces es tan grande la indignación que quisiéramos tomar la justicia en nuestras manos. Otras veces no podemos resistir y tomamos represalia contra aquellos que nos hacen mal. El pagar mal, es una actitud que aun desde niños, solemos manifestar. Muchas veces los padres ayudan a profundizar estas actitudes, dando consejos como, “si te dan, devuelve el golpe.” Se dice en Dominicana “no te quedes dao”.
Sin lugar a dudas el perdón no forma parte de nuestras costumbres y es algo en lo cual debemos trabajar día a día. Pensemos en un perfecto ejemplo de perdón: Eliseo era un varón de Dios y guía espiritual de su pueblo de Israel. El rey de Siria había sitiado la ciudad y había salido con un gran ejército a capturar a Eliseo y conquistar Israel. Por un milagro de Dios, el rey de Siria y su ejército son llevados a la ciudad de Samaria, y el rey de Israel, segundo objetivo en la lista del rey de Siria, pregunta al profeta, ¿los mato? y el profeta manda que se les dé de comer, y que sean dejados ir en paz.
¿Cómo?, ¿Alimentar al que lleva meses tratando de matarlos a ambos? Si, ese es precisamente el mandamiento del señor Jesucristo, si tu enemigo tuviere sed, dale de beber, la retribución a cualquier falta, abuso o injusticia, que estemos padeciendo la dará el Señor un día. Aprendamos a perdonar y a dejar en manos del Señor todo lo demás. Comienza hoy.
Marina Thompson, República Dominicana
Si no perdonamos, tampoco se nos perdonará.
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Asi es si Jesucristo nos perdonó quienes somos nosotros para no perdonar