Rindiendo examen
9 marzo 2022Ser mujer hoy
10 marzo 2022Lectura: Juan 8:31-36
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” v.36
Una canción famosa dice “…libre como el sol cuando amanece yo soy libre, como el mar…” ¿Qué es ser libre? Recuerdo que siendo niña pensaba que no ir a la escuela, no tener tareas en casa, poder correr por el campo trepando a los árboles y jugando de forma totalmente despreocupada era verdadera libertad. ¡Hermosos recuerdos de mi libre infancia! Al crecer y darme cuenta de las responsabilidades que conlleva la vida adulta entendí que la libertad no está relacionada con las ocupaciones o con la falta de ellas.
Aprendemos en el texto bíblico que somos esclavos del pecado. Vivimos encerrados en la cárcel de nuestro ser desde el día en que miramos el mundo con ojos de asombro, desde el otro lado del vientre protector de nuestra madre. Muy pronto sentimos las garras de la esclavitud que nos arranca, de forma despiadada, el sentimiento de libertad.
Mientras crecemos nos damos cuenta de que el pecado se cierne con sus tentáculos sobre nosotros, llevándonos no solo a pensar, sino a hacer de continuo el mal. ¿Acaso no es así en tu vida? Por mucho tiempo fue realidad en la mía.
Dios dice en su Palabra que somos esclavos del pecado y que para sentir una verdadera liberación debemos conocer a su Hijo y hacerlo parte de nuestra vida. Solo Él nos dará la libertad que necesitamos, pues se entregó a sí mismo para hacernos libres y permitirnos experimentar la vida plena que nos ofrece. Entonces… vayamos al pie de la cruz donde murió Jesús y recibamos perdón y libertad genuina de tan terrible esclavitud
Cecilia Mateu de Russell, Uruguay
Premio “Curso cómo Escribir” – RTM Uruguay
La libertad verdadera es Jesús.