Un corazón humilde, valiente y sometido a Dios

Constancia
4 abril 2022
Febe: Una mujer servicial y recomendada
5 abril 2022

Si alguna vez has observado una necesidad y te has dicho a ti mismo “alguien debería hacer algo”, entenderás entonces la pasión que Nehemías sintió por Jerusalén. Desde la lejana Persia (el actual Irán), Nehemías se enteró que los muros de Jerusalén yacían en escombros, incluso décadas después de que los judíos hubiesen retornado. Pero ¿qué podía hacer él?

Esa es la pregunta que nos debemos hacer cuando consideramos las grandes necesidades de la iglesia, del ministerio, o de nuestra comunidad. Deseas hacer algo y te preguntas ¿qué puedo hacer yo? Nehemías no trabajaba en el ministerio a tiempo completo, sino que era empleado del gobierno. No se había graduado de un Seminario Bíblico; era hombre de negocios. Ni siquiera estaba en Jerusalén, sino a mil millas de distancia, al otro lado de un desierto inhóspito. Pero Dios quiso usarlo y él quiso ser usado por Dios.

Cuando Dios quiere usar a una persona, no hay nada más que deba importar. Lo que Dios si requiere, es siervos de corazón humilde y sujetos a Su voluntad para hacer Su obra a Su manera.“…por cuanto Jehová los había alegrado… para fortalecer sus manos en la obra de la casa de Dios, del Dios de Israel.” Esdras 6:22

Tomado de: https://transmundial.org/articulo/un-corazon-humilde-valiente-y-sometido-a-dios

Haga clic aquí para ver los bosquejos de A través de la Biblia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *