Sí, pero todavía no

Lectura: 1 Juan 3:1 – 3

“Ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” v.2

La vida del cristiano es un constante “sí, pero todavía no”. Tenemos nueva naturaleza, pero aún vivimos con la antigua. Somos ciudadanos de un nuevo Reino, pero aún no estamos en la Ciudad de destino. Tenemos al Espíritu en nosotros, pero todavía hacemos el mal que no queremos. Y así en una sucesión interminable de situaciones en las que, si no tomamos perspectiva y aliento constantes, fácil es desanimarse y abandonar.

La vida nueva en Cristo no es una sencilla, pero es la única vida que hay. Lo demás son sucedáneos: prometen en el presente, pero defraudan constantemente a la vuelta de cualquier esquina y no tienen capacidad de proyectar sólidamente hacia el futuro. Son puro humo, en definitiva.

Juan nos da la clave, sin embargo, en todos sus escritos. En ellos él reconoce, desde el evangelio, sus cartas o el Apocalipsis, la realidad de una vida difícil de llevar, compleja de sobrevivir y en la que es fácil desanimarse. Pero, dotado de una capacidad y visión increíble de parte de Dios, tiene la capacidad de tomar y compartir perspectiva, dando un paso atrás siempre, para contemplar el cuadro de forma más completa de lo que se ve a simple vista.

Este no es el final. Ha de manifestarse lo que hemos de ser y aún no le vemos tal cual es en plenitud; pero ese momento, de seguro, llegará.

Lidia Martín Torralba, España

En el cuadro completo encontramos la esperanza para seguir caminando

Meditación publicada en el libro devocional de RTM Alimento para el Alma – volumen 20, para conseguir una copia de la edición impresa visítenos en Soriano 1335 (Montevideo, Uruguay) o en su librería cristiana más cercana.