
¿Qué gobierna tu corazón?
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La fuente de las victorias
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Lectura: Colosenses 2:8-15
“Y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad.” v.10
Nuestra posición ante Dios, una vez que somos sus hijos, ¡no cambia! No obstante todos los días nos encontramos con personas que no están satisfechas con su vida. Por alguna razón les falta satisfacción. Es posible que hayan tenido aspiraciones que nunca se materializaron.
Puede ser que se sientan decepcionados porque sus relaciones personales no han sido lo que esperaban. En cualquier caso, muchos están vacíos y no saben cómo llenarse. Como cisternas rotas que botan el agua por el fondo, continúan bebiendo todo lo que creen que les satisfará, pero todo se les acaba y al final, seguirán secos y vacíos. ¡Solo Cristo trae absoluta satisfacción! Cuando vivimos en una relación con Jesucristo, nos convertimos en seres vivientes nutridos y renovados. Ya no deambulamos vacíos, buscando satisfacción. Cristo es más que suficiente.
El término “completo” usado en este versículo proviene de una palabra griega que significa abarrotar o estar llenos. Es un pensamiento maravilloso que los que aman a Cristo estén llenos de Él. Cuando Él nos llena, nuestras necesidades están más que satisfechas. Cuando Dios nos llena, finalmente experimentamos el contentamiento. Esto no significa que obtendremos todo lo que deseamos o que no tendremos dificultades. Más bien indica que sin importar las circunstancias que nos rodean, nuestro ser interior se siente en plenitud. Podemos experimentar el gozo de Su salvación y de Su paz “que sobrepasa todo entendimiento”.
Si te has sentido desanimado y frustrado porque sientes que no tienes lo que siempre has anhelado, déjame decirte que, sin Cristo, nada podrá darte una completa satisfacción.
Sigifredo Sabalza, Venezuela
¡Solo Cristo satisface el corazón!