“Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. v.2
Hace muchos años recuerdo haber visto a mi padre abrir una pequeña caja metálica donde había retazos de periódicos antiguos. Al preguntarle sobre ellos, me compartió con una gran sonrisa el significado e importancia de éstos; eran noticias que salieron en los diarios de su época sobre diferentes hazañas que él y sus compañeros lograron cuando servían en las fuerzas policiales. La forma en que las cuidaba y guardaba demostraban que eran noticias de mucha importancia para él y aún lo seguían siendo. En la actualidad nos vemos rodeados de noticias adversas en todo ámbito; problemas sociales, de salud, economía, y políticos han sido las primeras planas y ciertamente han afectado muchos hogares.
Ante todas las noticias adversas que nos acompañan, el creyente puede siempre descansar en una noticia hermosa que sigue vigente, el evangelio. Esta es la noticia de que Cristo Jesús, murió, fue sepultado, resucitó y ofrece salvación por medio de Su sacrificio. Algunos cristianos hemos dejado de meditar en estas buenas nuevas. Cuando oímos el evangelio lo desvaloramos, pensando que ya lo sabemos y que no tiene tanta aplicación para nosotros como lo sería para con un inconverso. Sin embargo, el mensaje del evangelio tiene relevancia vigente en la vida del creyente.
No dejemos de meditar y abrir esa “pequeña caja en nuestros corazones” donde podemos meditar y recordar lo que Cristo hizo por nosotros. Hacerlo, indudablemente le fortalecerá en su andar con Cristo, le recordará del amor de Dios, le dará esperanza, gozo y le ayudará a mantener su enfoque en lo celestial.
Giorgio o Romani, Perú
¡Meditemos en el tesoro de las Buenas Nuevas!