“Regocijaos en el Señor siempre…” v.4
Entre la adversidad y el regocijo, ¿será sustentable la vida? Hay un verso de una canción que dice: “Fácil es cantar cuando reina la paz, pero en el dolor es mejor cantar”.
Cuando leemos en el texto bíblico, regocijaos siempre, ¿Qué suele ocurrir cuando llega el dolor ya sea de tipo sensorial ¿ubicable en órganos del cuerpo y bajo un diagnóstico médico, o un dolor de tipo emocional ante situaciones de estrés, pérdidas y frustraciones? ¿Será que los que tienen una relación estrecha con Dios están exonerados de sufrir y experimentar dolores de cualquier tipo?
Encontramos el sufrimiento en todo el contenido de la Biblia. Hombres y mujeres en los relatos bíblicos, incluyendo a quien escribió sobre el regocijaos siempre: Pablo. Y, observemos la vida nuestra, la de nuestra familia, el entorno, el mundo y pareciera que el dolor nos amenaza, sorprende e invade la existencia humana. Y, aun así, tenemos el consejo bíblico que nos regocijemos siempre. ¡Una paradoja: el dolor, el sufrimiento y la adversidad, son reales, le llegan a usted y a mí también y, con todo eso, ¡el regocijarse es una opción!
Encontramos un aliento y esperanza rotundos: el regocijo no se fundamenta en estructuras humanas, no es por sus fuerzas o por las mías, no es un acto de negación, tampoco de una actitud negligente que nos llevaría a obviar que somos finitos, el fundamento de nuestra esperanza de vida y regocijo está única y exclusivamente en Dios. “Regocijaos en el Señor siempre”, este es el paso por seguir. Rogar y agradecerle a Dios, que nos dio la vida y la
sustenta.
Bienvenida González Gómez, República Dominicana
El regocijo solo es posible en Dios