“Moisés les respondió: Esperen, y oiré lo que ordena Jehová acerca de ustedes. Entonces Jehová dijo a Moisés…” vv.8-9
¿Cómo tomamos decisiones? ¿Preguntamos a Dios sobre todos los asuntos que tenemos que tratar? ¿Hay algunas decisiones en las que no necesitamos que Dios nos guíe? Estas son preguntas muy importantes que debemos respondernos cada uno de nosotros.
En nuestra manera impía de vivir, solamente consultamos a Dios acerca de asuntos donde no tenemos dinero. No lo buscamos en oración para preguntarle si está de acuerdo o no sobre nuestros planes, sino para que nos ayude a aflojar el bolsillo de la persona que buscaremos
para que nos facilite algo de dinero, o para que el banco apruebe nuestro crédito. Aunque nos cueste admitirlo, cuando nos embarcamos en un negocio solo le avisamos a Dios las decisiones que hemos tomado.
Moisés jamás actuaba sin consultar al Señor aún sobre asuntos que desde nuestro punto de vista hubieran parecido innecesarios. En el caso de los que no podían celebrar la pascua por estar impuros a causa de un muerto, él responde: “Esperen, y oiré lo que ordena el Señor sobre el asunto”.
Moisés consulta al Señor y “entonces Jehová dijo a Moisés: los que estén impuros a causa de un muerto o estén de viaje lejos, pueden celebrar la pascua”. Dios mismo dijo lo que se debía hacer y cómo se debía proceder. El consultar a Dios sobre un asunto era algo normal para Moisés. Nosotros no somos mejores que Moisés, ¿Por qué queremos vivir la vida independiente de Dios? Nuestra oración diaria debe ser: “¿Señor, hago esto?, ¿voy para
allá?
Freddy Barrón Tapia, Bolivia
No tomes ninguna decisión sin antes haber consultado a Dios