Vida en orden

Las 95 tesis
6 octubre 2022
Agradecidos
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Lectura: Job 27:1-6

“Mis labios no hablarán iniquidad, ni mi lengua pronunciará engaño.” v.4

En la cultura peruana, es llamativo que cuando una familia va a recibir visitas en casa, la familia anfitriona se prepara de manera especial. Realiza una limpieza más profunda en casa. Incluso, los más pequeños detalles son tomados en cuenta para recibir adecuadamente a los visitantes. Pero, en la vida del diario vivir a veces no es así. Las familias hacen lo que hemos descrito antes porque quieren que sus visitantes tengan una buena opinión y no
quieren recibir críticas.

Cuando terminan la visita, todo tiende a volverse rutinario y a veces ya no hay el mismo esfuerzo por mantener la casa en las mejores condiciones de limpieza. Como cristianos, no debemos dar lugar al descuido en nuestra vida. Debemos procurar que cada día y a cada momento nuestra “casa” esté de manera adecuada porque no vamos a recibir una visita, sino, porque sabemos que Dios mora en nuestros corazones.

En este sentido, Job nos enseña que mientras el Señor nos dé la oportunidad de tener vida, debemos tener la firme decisión de mantener nuestra vida en orden. Job tiene la meta de que sus palabras sean correctas. Él estaba experimentando momentos muy difíciles que Dios permitía en su vida. La tentación era que pudiera expresarse de mala manera delante del Señor. Sin embargo, entendemos que no quería ofender a Dios porque su corazón era íntegro delante del Santo. Las palabas de Job deben ser también las nuestras cuando dice: “hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad.”

Javier Huamán Tornero, Perú

Debemos tomar la decisión de que cada día y siempre nuestra vida esté limpia delante del Señor

Meditación publicada en el libro devocional de RTM Alimento para el Alma – volumen 20, para conseguir una copia de la edición impresa visítenos en Soriano 1335 (Montevideo, Uruguay) o en su librería cristiana más cercana.

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