Biblia y Poesía

Acerca de A Través de la Biblia
27 marzo 2023
La niebla
28 marzo 2023
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De la sección “Renovando el espíritu” del programa “Los años no vienen solos”.

Escuche aquí el programa:

Tomado de vivelabilia.com

Un poema es un conjunto estructurado de frases que son, a su vez, portadoras de significados. Dada la índole semántica del lenguaje, las palabras y las frases significan algo. Pero la significación queda notablemente reforzada cuando se emplea con acierto el lenguaje poético. Los poetas se permiten construcciones gramaticales muchas veces audaces; alteran el orden de las palabras, las unen de forma inesperada o sorprendente, y utilizan figuras literarias que resultarían extrañas o chocantes en el habla de todos los días. Así, mediante la asociación armónica del sonido, del ritmo y de la idea, la poesía logra expresar significados que no alcanzan a transmitir otras formas de discurso.


Hay que notar, sin embargo, que la poesía en la Biblia no es un fin, sino un medio. Los poetas de la Biblia no cultivaron el arte por el arte. Es verdad que los profetas se expresaron poéticamente y que los salmistas oraban poéticamente. Pero el lenguaje poético cumple aquí una función instrumental. Lo esencial es el mensaje que el profeta anuncia y la plegaria que el salmista dirige al Señor.
Como todos los grandes textos, la Escritura contiene numerosos pasajes de la más elevada calidad literaria. Una buena parte de ella fue escrita por poetas y escritores de notable sensibilidad e imaginación, que sin dejar de estar involucrados en sus propias culturas siguen hablando todavía hoy con una voz universal. Al prestar la debida atención a las cualidades literarias de los textos bíblicos, el lector experimenta con una nueva inmediatez e intensidad el poder de la Palabra de Dios.

ALGUNOS RASGOS DE LA POESÍA HEBREA
El paralelismo de los miembros (parallelismus membrorum). Según la mayor parte de los que se han ocupado de la poética hebrea, este es su rasgo distintivo más notable. En virtud de esta forma de paralelismo, la expresión poética más elemental está constituida por dos frases paralelas (aunque a veces también pueden ser tres), que se corresponden mutuamente por su forma y su contenido, y se equilibran como los platillos de una balanza. De este modo, la idea no se expresa toda de una vez, sino, por así decirlo, en dos tiempos sucesivos.

Por ejemplo:

El malvado cree que Dios se olvida, que se tapa la cara y nunca ve nada.” (Sal 10.11) “El buey reconoce a su dueño y el asno el establo de su amo.” (Is 1.3) “Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino.” (Sal 119.105) A partir de estos ejemplos, resulta más fácil examinar con mayor detenimiento el paralelismo de los miembros. En general, se suelen distinguir tres formas de paralelismo: el sinónimo, el antitético y el sintético.


El paralelismo sinónimo:

Consiste en expresar dos veces la misma idea con palabras distintas, como en Salmos 15.1: “Señor, ¿quién puede residir en tu santuario?, ¿quién puede habitar en tu santo monte?” O bien: “¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto!” (Sal 148.1) “¡Alábenlo con toques de trompeta! ¡Alábenlo con arpa y salterio!” (Sal 150.3)

El paralelismo antitético:

Se establece por la oposición o el contraste de dos ideas o de dos imágenes poéticas; por ejemplo, Salmos 37.22: “Los que el Señor bendice heredarán la tierra, pero los que él maldice serán destruidos.” En esta forma de paralelismo, los contrastes son a veces bien marcados (como en el ejemplo precedente); otras veces, el segundo hemistiquio no expresa exactamente la idea contraria, sino que invierte con cierta libertad la idea propuesta. En tales casos, la antítesis expresa una posibilidad de oposición entre muchas otras, dando así lugar a innumerables posibilidades de variación, como en Proverbios 14.15: “El imprudente cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde anda.”

Véanse también los ejemplos siguientes (Pr 10.2-7): “Las riquezas mal habidas no son de provecho, pero la honradez libra de la muerte. El Señor no deja con hambre al que es bueno, pero impide al malvado calmar su apetito. Poco trabajo, pobreza; mucho trabajo, riqueza. Cosechar en el verano es de sabios; dormirse en la cosecha es de descarados. Sobre el hombre bueno llueven bendiciones, pero al malvado lo ahoga la violencia. Al hombre bueno se le recuerda con bendiciones; al malvado muy pronto se le olvida.”

Una forma particular de paralelismo antitético es el de los proverbios formulados comparativamente. El procedimiento consiste en comparar dos cosas y en declarar que una es superior a otra, lo cual es una forma de contraponerlas: “Más vale comer verduras con amor, que carne de res con odio.” (Pr 15.17) “Vale más lo poco ganado honradamente, que lo mucho ganado en forma injusta.” (Pr 16.8) “Más vale comer pan duro y vivir en paz que tener muchas fiestas y vivir peleando.” (Pr 17.1) “Más vale ser pobre y honrado, que necio y calumniador.” (Pr 19.1) “Más vale vivir al borde la azotea, que en una amplia mansión con una mujer pendenciera.” (Pr 21.9)

El llamado paralelismo sintético:

Abarca una extensa gama de relaciones entre el primer hemistiquio y el segundo. El segundo miembro no repite, aunque sea modulándolo, lo expresado en el primero, ni tampoco dice lo contrario. Lo característico es que continúa la idea enunciada, las más de las veces con una gradación que da lugar a una idea nueva. Así el segundo miembro completa, explica o termina de expresar el pensamiento enunciado en el primero, avanzando en la misma dirección. Obviamente, esta prolongación puede hacerse en varias direcciones posibles. Por ejemplo: “Oh Dios, tú eres santo en tus acciones; ¿qué dios hay tan grande como tú?” (Sal 77.13) “El Señor es mi pastor; nada me falta” (Sal 23.1) “Tenían hambre y sed, ¡estaban a punto de morir!” (Sal 107.5).

Ejercicio práctico:
Los Salmos, como la poesía lírica en general, expresan una notable variedad de sentimientos. Busque en el Salterio textos que expresan: gozo, gratitud, confianza, dolor, arrepentimiento, indignación, esperanza, admiración, amargura.

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