Barroco – Parte 4
2 marzo 2023
¿Dónde está nuestra mirada?
7 marzo 2023
Lectura: 2 Pedro 2:1-19
“…hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras….” v.1
Los apóstoles nos advirtieron que en los últimos tiempos habría muchos falsos maestros. Muchas veces nos preguntamos: ¿y cómo los vamos a distinguir? La Biblia nos describe, tanto en el Nuevo Como en el Antiguo Testamento, algunos distintivos de estas personas que confunden, inclusive, a los creyentes mismos. Observemos algunos de ellos.
Unos le decían a la gente lo que querían oír (Jeremías 14:13,14). Estaban los que contemplaban el ministerio como una manera de ganar dinero (Miqueas 3:11). Otros vivían en carnalidad más que en santidad (Isaías 28:7). Había quienes predicaban mensajes de otros predicadores porque Dios no trataba con ellos. (Jeremías 23:30). Estaban los expertos en manipular y en sacar provecho de otros (Miqueas 3:5). También los que acercaban hacia sí mismos a las personas, pero los alejan de Dios (Deut. 13:1- 4). Y aquellos que lisonjeaban a quienes les podían sacar provecho (Isaías 30:10).
A veces observo a esos predicadores en la televisión y noto que presentan a Dios como un sirviente de los creyentes. Como que Dios creó a la gente, y aún más al creyente para que lo tomaran como su esclavo y no lo contrario. Nosotros somos los que tenemos que servir a Dios. Tampoco enseñan sobre los juicios de Dios.
Como creyentes en Cristo debemos escuchar, estudiar la Biblia acompañada de la oración para que Dios nos de entendimiento, para no caer en las trampas del error. Mientras más conozcamos la verdad, menos posibilidades tendremos de recibir las mentiras.
Carlos Perdomo, Aruba
Un corazón lleno de verdad deja sin espacio a la mentira