LECTURA: SALMO 98:1-9
“Cantad alegres al Señor, toda la tierra…” v.4
¿Cómo gobierna Dios el Universo, como un soberano o como un juez? Para quienes vivimos en el siglo 21 las palabras juez, juzgar y juicio no tienen mucho que ver con gobernar un país.
Sin embargo, en los tiempos bíblicos esas palabras sí tenían mucha relación con los gobiernos. Por ejemplo, antes que el pueblo de Israel tuviera un rey, fue gobernado por jueces. Poncio Pilato, el gobernador de Judea, juzgó a Jesucristo y lo sentenció a ser crucificado. Cuando los judíos acusaron a Pablo, él apeló a la justicia romana haciendo uso de su ciudadanía para comparecer ante el juicio del emperador de Roma.
Juzgar también significa gobernar. Hay una diferencia entre gobernar como juez y gobernar como soberano. El soberano ordena a su capricho, mientras que el juez se rige por criterios de justicia.
Según la Biblia, Dios es el soberano de todo el universo, pero gobierna con justicia y equidad. Es por eso que Dios no se desentiende del pecado del hombre. No pasa por alto el pecado.
Todos somos pecadores y merecemos recibir la ira de Dios. Pero Él quiere nuestra salvación. Por eso envió a Su Hijo único Jesucristo a vivir en nuestro lugar, la vida justa que nosotros no podemos; y a sufrir el dolor y la muerte también en nuestro lugar, el castigo que merecemos. Definitivamente, los méritos de Cristo satisfacen la perfecta justicia divina y se nos atribuyen gratuitamente, a nuestro favor.
Fue así como Dios logró nuestra salvación. El precio: Su propio Hijo. Por tanto, en gratitud, alabemos al Señor y vivamos una vida justa, piadosa y santa.
Marcelo Ballester, Venezuela
Dios es amor y también es justo