LECTURA: MATEO 7:7-12
“…Así también haced vosotros….” v.12
Del escritor Escoces Oscar Wilde, tomamos la siguiente frase: “Hay personas que causan felicidad allí dónde van, otras cuándo se van”.
La felicidad es un módulo de estudio en varias universidades norteamericanas. Trabajan varios principios bíblicos, obviamente sin citarlos y pensando que son producto de la mente humana. Desarrollan los siguientes postulados: Piense y hable positivamente pues lo que diga va actuar en su mente; sea sociable, dedique tiempo a su familia y amigos diariamente, restrinja el tiempo a lo indispensable en el uso de tecnología (celulares, computadores etc), haga ejercicios físico cada tres días, como mínimo treinta minutos; cambie su forma de actuar, sea amable, bondadoso, haga el bien.
Se cuestiona la frase filosófica “Conocer el bien, es hacer el bien”, concluyen: se necesita actuar para aplicar el conocimiento; amar es necesario para hacer el bien, disfrutar de la compañía de quienes nos rodean, amar nuestro trabajo, ser agradecidos, disfrutar lo que poseamos; ser amables y gratos producirán en nuestro cerebro serotonina, dopamina, endorfina, drogas naturales que nos llevaran a ser felices. Que sus estudiantes lo desarrollen es el fin.
Hacer feliz a alguien nos proporciona felicidad. Debemos revisar nuestro comportamiento cuando llegamos al hogar: ¿salen a recibirnos con alegría o se esconde hasta el perro? ¿Gritamos que apaguen el televisor, la lámpara? ¿Llegamos a regañar porque no colaboran con el ahorro en los servicios públicos? O por el contrario, llegamos con un helado o golosina para compartir, damos abrazos, besos, les decimos lo felices que estamos de verlos, lo importantes que son para nosotros; nuestra actitud hará la diferencia, se apartan o se acercan a nosotros.
Mario Gil Gómez, Colombia
Atraer, Motivar, Apoyar, Reconfortar es AMAR