“Don Segundo Sombra”
31 mayo 2023
La creación
1 junio 2023
LECTURA: SALMO 107:23-31
“Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.” v.31
Este salmo presenta cuatro cuadros sobre la misericordia y bondad de Dios. Son casos de aflicción y angustia. Los que tomaron el camino equivocado, los rebeldes y los insensatos que hicieron el mal.
Pero el último cuadro es diferente, no equivocaron el camino, ni fueron rebeldes, ni hicieron el mal pero sin embargo están en una situación de aflicción. Son los que trabajan comerciando en alta mar y saben que hay calmas engañosas que son sucedidas por terribles e inesperadas tormentas.
Suele pasar en nuestra vida que luego de deslizarnos en paz inesperadamente estalla la tormenta de la prueba y sin posibilidades de retroceder. Es en esas tormentas repentinas cuando tenemos la oportunidad de ver las maravillas de Dios.
El Señor nos manda abundantes bendiciones, pero también aflicciones que nos permiten conocerlo profundamente y nos fortalece espiritualmente.
Los discípulos experimentaron varias tormentas en el mar de Galilea. En una de ellas Jesús estaba con ellos, pero dormía en el cabezal. Bastó con despertarlo e hizo que cesara la tormenta. Pero en otra oportunidad estaban solos luchando contra los vientos y el agua que anegaba la nave. Cuando todo parecía perdido, en el momento final, Jesús vino a ellos caminando sobre el agua.
Dios obra de manera siempre diferente, pero invariablemente nos alcanza el oportuno socorro.
Interpretemos siempre la aflicción a la luz del amor de Dios, aprendamos a ser pacientes y tratemos de entender el por qué del accionar del Señor. Siempre tengamos presente el ejemplo de Job: En todo esto no pecó. (Job 1:22)
Salvador Dellutri, Argentina
Las tormentas inesperadas fortalecen nuestra vida y nos enseñan a depender del Señor
