Mitos y creencias en torno al amor romántico
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LECTURA: JEREMÍAS 17:9-10 “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón.” v.10
He leído el mensaje de Dios en Jeremías 17:10. Leí, y escuché que me conoce mejor que nadie. Que ve lo que ninguna mirada alcanza y desmenuza los detalles que se encuentran en mí. Explora mi mente y encuentra lo que pienso. La mente que se mueve de un lado a otro, recordando las cosas pasadas.
Revisando rostros, palabras. Evocando decisiones, actos. La mente que piensa en el presente, que mira y quiere, que también mira y rechaza. Que aprueba, reconoce, pero también juzga y condena. Me ha dicho que me ve por dentro. Mi corazón también ha estado muy activo estos días, generando todo tipo de emociones. Ha traído el enojo en varias ocasiones, dudas sobre qué ocurrirá con lo que espero y no ha llegado, confusión sobre los momentos duros que enfrento, frustración por lo que se va de mis manos, miedo a la soledad que se asoma, a la salud que se tambalea.
Sé que prueba mi corazón, como sonda rastreando el lugar más escondido. Confieso que mi mente y corazón, dialogaron al respecto y compartieron la misma preocupación al saber que recibiré de usted, según mi conducta, según mis obras. Sin embargo, en la conversación recordaron que esas realidades eran “cosas del momento”, que habían sido renovados por la presencia de Cristo, y que cuando usted me mira, lo hace a través de Él. Entonces descansé. Quiero vivir en el tipo de vida que ha preparado para mí. Quiero estar bajo sus ojos, bajo su mirada, y tener presente que me ama y que existo para honrarle.
Dulce Pascual, República Dominicana
Quiero caminar bajo tu mirada
