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LECTURA: PROVERBIOS 31
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.” v.1
Se cuenta que un pastor realizaba un estudio de hogar sobre este capítulo 31 de Proverbios y para comenzar usó la pregunta: “Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará?” y alguien de los asistentes en forma de chiste dijo: – aquí no vive, busquen en otra parte. La risa fue general, aunque su esposa presente se lo llevó de una oreja a casa para que le explicase el chiste.
Salomón, el sabio, hizo una pregunta inteligente y todo el capítulo es la respuesta de aquella mujer y describe en forma magistral que esa mujer virtuosa no es otra que aquella que es madre, esposa, compañera de toda la vida dedicada a su marido y a sus hijos.
La vida moderna ha traído una carga pesada para aquellas mujeres que deben ser trabajadoras, dejando a muy temprana edad a sus hijos en manos de terceras personas. Sufren en silencio cada vez que dejan a sus bebés bajo la custodia diaria de otras personas ajenas a su propia familia.
En Dios la mujer que confía en el poder de Dios tiene la fuerza y la sabiduría para salir adelante con su cometido. Cuando el padre está ausente debe cumplir doble función. Algunas renuncian a esta condición y prefieren buscar su propia felicidad dejando a sus hijos abandonados. Triste situación para los pequeños.
La mujer virtuosa, también es aquella que cuando habla, de su boca brotan palabras de sabiduría y prudencia. Sabe guiar a sus hijos en el temor de Dios, un valor superior que, junto al esposo presente o ausente, le dará fortaleza a sus crianzas.
Luis Canihuante, Chile
La mujer virtuosa es una hija de Dios
