Rindo mis derechos
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HUMILDAD
26 junio 2023
LECTURA: MATEO 6:25-32
“Y si la hierba del campo que hoy es…Dios la viste así…” v.30
¿Se ha preguntado qué sucede cuando llega la sequía en esos valles y montañas de diversos países de nuestro continente, con suficiente sol, agua y cubiertos de flores silvestres? Los científicos han descubierto que ciertas plantas silvestres almacenan grandes cantidades de semillas debajo de la tierra en lugar de permitir que broten, pero después de la sequía las usan para comenzar a florecer nuevamente.
Esto nos hace recordar las adversas y duras condiciones de esclavitud en las que trabajaron los antiguos israelitas en Egipto. Los amos los forzaban a cultivar los campos y elaborar ladrillos. Y los desalmados supervisores los obligaban a edificar ciudades enteras para el Faraón. Este incluso intentó asesinar a los niños para reducir su número. No obstante Dios los sustentaba y “cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y crecían.” (Éxodo 1:12) Muchos eruditos de la Biblia estiman que la población israelita llegó a más de dos millones en Egipto.
Dios, quien los preservó en ese entonces, también nos sostiene a nosotros hoy. Él puede ayudarnos en cualquier entorno y ante cualquier circunstancia. Tal vez nos preocupe atravesar otra mala temporada o enfrentar un nuevo año con las expectativas que esto conlleva, pero la Biblia nos asegura que “si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así”, Él puede suplir nuestras necesidades. (Mateo 6:30)
Señor, gracias por proveerme lo que necesito; por renovar mis fuerzas y mi amor al prójimo. Ayúdame a perseverar en el poder de tu Espíritu.
Marcelo Ballester, Venezuela
Si a tu vida toca la sequía espiritual, Dios te hará florecer
