
Oídos sabios
17 julio 2023
Retroceder nunca – Parte 2
18 julio 2023

LECTURA: SALMO 14
“Se han corrompido, hacen obras abominables. No hay quien haga el bien.” v.1
De repente nos vemos delante de un importante personaje de la televisión de nuestro país que dirige un programa muy conocido dando una palabra según los principios de la Reforma protestante, aunque no se presente como cristiano. En su declaración, vista y oída por millones de espectadores, afirma que la sociedad es corrupta, responsable por la producción de males tanto en las relaciones personales como en las estructuras sociales, llamando a la reflexión general. Si para nosotros se trata de una expresión típicamente bíblica, el asombroso es que un personaje que no demuestre en ningún momento seguir a la palabra de Dios, se disponga, motivado por la crisis social que domina nuestro mundo, a llamar a la sociedad a una reflexión sobre sus males y su culpa. No hay dudas de que la humanidad es permanentemente corrupta y constantemente se corrompe. La Palabra de Dios es clara sobre ello, apuntando que solamente hay un camino que puede estancar la red retro alimentadora de la corrupción, que es Jesucristo, nuestro Salvador. Cuando el salmista David habla de la corrupción, trata de lo que había visto intensamente su alrededor, y lo había probado en su propia carne, por los ataques que sufría de parte de aquellos que no eran siervos de Dios. La ausencia de la presencia de Dios alrededor de David, provocaba dolor, angustia y desesperación. La Palabra de Dios afirma contundentemente que el corazón humano es corrupto y Jesucristo recalca que del corazón vienen los males que destruyen a la humanidad. Sólo el mismo Jesús puede cambiar esa situación.
Dirceu Amorim de Mendonça, España
Cristo estanca la corrupción y cambia la realidad
