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El tiempo de Dios
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LECTURA: HEBREOS 4:11 – 16
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. v. 16
Cada ser humano tiene su propia, única e irrepetible historia personal, y cada una de esas memorias está compuesta por innumerables puntos altos y lastimosamente también tiene sus puntos más bajos. Cuando por el motivo que sea caemos en esos puntos bajos la mayoría de las veces nos llenamos de vergüenza, arrepentimiento o culpa; pensamos muchas veces que la mejor decisión es alejarnos y tratar de vivir con las consecuencias lo mejor que podamos.
En este día, quiero decirte con el corazón en la mano que yo también tuve esos puntos bajos en mi vida, también quise apartarme y tratar de vivir lo mejor que podía, pero eso es lo que el pecado hace en nuestras vidas, nos hace pensar que por la cantidad de caídas que tuvimos difícilmente hallemos perdón y que la mejor salida es apartarnos y esa no es la respuesta.
En la Palabra, la Biblia, encontramos este precioso pasaje con una promesa inquebrantable, debemos acercarnos a Dios, confiando en su gran amor y su inmensa gracia restauradora.
No importa el error que hayas cometido, créeme que hay gracia suficiente para que Dios trabaje en tu vida, no dudes en acercarte a Él cuando no estés en tu mejor momento, ya que solo Él puede cambiar nuestro llanto en alegrías y darnos un corazón nuevo y esperanza para toda la eternidad.
Pablo M. Vázquez G., Paraguay
Tus errores no te definen, acércate a Dios en oración para que abunde la gracia del perdón en tu vida
