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H. G. Wells
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LECTURA: 1ª SAMUEL 17: 37- 46
“..más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.” v.45
¿Quién puede ser capaz de enfrentar a un gigante?
Salió por detrás de la formación del ejército israelita y desafió a viva voz a Goliat. Este ya había mostrado su estatura y sus poderosas armas desafiantes frente a los soldados de Israel.
Fue así que, cuando el rey Saúl vio al joven dispuesto a enfrentar al gigante, ordenó le pusieran una armadura, que su cuerpo delgado no resistió. Entonces, premunido de una honda con cinco piedras se puso enfrente del agresor filisteo.
Algunos pensarían al ver al joven pastor, lo va a matar, es hombre muerto, debe estar loco y otras murmuraciones.
El diálogo fue directo. David, ovejero y músico, subestimado por Goliat desafía al gigante y le grita con voz convincente que, en el nombre de Jehová de los ejércitos, lo va a matar porque Dios estaba de su parte, sin armadura, pero con el respaldo del Dios Todopoderoso.
Como David, un joven lleno de fe, desafió al poderoso gigante, la juventud de hoy puede hacerlo, pero no para seguir el camino ancho, sino para vencer los gigantes del vicio, la maldad, y todos los males que envuelven la vida juvenil.
Dios ama a los jóvenes. No mira su ropa, peinados o tatuajes. El mira sus corazones llenos de sueños, esperanzas, anhelos y está dispuesto a bendecirlos para lograr sus metas.
David se atrevió a enfrentar al gigante Goliat, sin ser militar, pero su fortaleza estaba centrada en el poder de Dios y así venció.
Luis Canihuante, Chile
Joven: con Dios hay victoria contra los gigantes
