
Un cambio de perspectiva
18 septiembre 2023
¿Por qué no Drag Queens?
19 septiembre 2023

LECTURA: COLOSENSES 3:5 – 17
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría…” v.16
Morar en un lugar significa habitar, residir en él. Y es que cuando habitamos nuestra vivienda, esta se convierte en parte de nosotros, es allí donde colocamos nuestra impronta, invertimos en su arreglo y mantenimiento, la cuidamos adecuadamente para que podamos vivir seguros y tranquilos; es el lugar de nuestro descanso, donde estamos reposados y confiados.
Pero aún más, al poco tiempo de habitarla todos notan que se llena de nuestra presencia y de nuestro carácter por lo que diríamos que se impregna de nuestro aroma.
Sin embargo no olvidemos que Juan 1:14 dice que “… el verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros…” “Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros…”
El Señor nos llama para que la palabra de Dios habite abundantemente en nosotros; la palabra es la que nos edifica, nos da a conocer a Dios y sus atributos, nos enseña Su voluntad, ilumina nuestro camino, fortalece nuestra fe para los momentos difíciles y nos anima. Si Jesús mora abundantemente en nuestros corazones, si Su palabra mora en abundancia en nosotros, el mismo Dios cuidará su morada (nuestra vida), la edificará y fortalecerá para que podamos vivir seguros y tranquilos; será un lugar de descanso, reposo y confianza. Pero aún más, todos empezarán a notar que hay una Presencia diferente habitándonos, por lo tanto Su carácter y Su aroma serán esparcidos por donde vayamos.
Aminta de Medina, Colombia
Me comprometo a obedecer tu palabra para que tu presencia more en abundancia en mí
