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Memoria espiritual
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LECTURA: EFESIOS 5:14-16
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” v. 15-16
Toda persona es un mayordomo mientras está aquí en la tierra, entendemos que todo lo que tenemos le pertenece a Dios, nuestro tiempo, talentos y posesiones. Él demanda una administración responsable en cada uno de las áreas de nuestra vida.
Nuestro tiempo es un regalo demasiado valioso pero muchas veces esta gracia es muy mal utilizada. El tiempo que Dios dispuso que transitemos en esta tierra no se puede retroceder, tampoco se puede estirar, muchos menos acumular como si se tratara de efectivo en una cuenta de ahorros y lamentablemente menos aún recuperar.
Por todos estos motivos el apóstol Pablo nos dice a través de las escrituras que lo aprovechemos de la mejor manera, que lo vivamos a plenitud pero de una manera sabia y centrada en la Palabra de Dios.
Hoy desde lo más profundo de mi corazón, te invito a que te tomes un tiempo para que reflexiones sobre estas preguntas, ¿Estoy honrando a Dios donde estoy, con quien estoy, con lo que estoy haciendo? ¿Lo que hago y lo que pienso van acorde a lo que está en su Palabra?
De esa manera podremos saber si estamos aprovechando el preciado tiempo que Dios nos regaló o si lo estamos desperdiciando. Pidamos a Dios que nos muestre cada día, como poder cumplir su voluntad y así aprovechar nuestro tiempo al máximo. Aprovechemos bien el tiempo que Dios nos dio, de esa manera cumpliremos a plenitud su propósito para cada uno de nosotros.
Pablo M. Vázquez G., Paraguay
Los años de nuestra vida son pocos, usémoslos bien
