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LECTURA: HEBREOS 6:9 – 15
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor…” v.10
La tendencia del ser humano es imitar la conducta de personajes de influencia. El texto bíblico que nos ocupa nos pide tres cosas: Uno, no debemos ser perezosos al caminar y avanzar en la vida cristiana, antes tenemos que ser diligentes y dar pasos que demuestren avances hacia adelante en busca de alcanzar el propósito por el cual Dios nos llamó.
Dos, se nos llama a ser imitadores de quienes por la fe esperaron promesas. Sin duda este llamado nos obliga a mirar, leer y aprender de los héroes de la fe en el capítulo once de la misma carta: Abel, que ofreció excelente sacrificio, Enoc que por su conducta fue llevado por Dios mismo. Abraham y su esposa Sara que salieron por indicación divina a la tierra que Dios les prometió, todo sosteniéndose como viendo al invisible.
Y la lista continua con Jacob, José, Moisés, Gedeón, Sansón, David, Samuel y los profetas quienes miraron lo prometido y lo saludaron confesándose peregrinos y extranjeros.
Tres, aprendamos a desarrollar la paciencia y la fe hasta que Cristo venga otra vez a la tierra por Su Iglesia, poniendo la fe y la esperanza en la obra y sacrificio del Señor Jesús.
Los cristianos debemos imitar la conducta de los personajes mencionados en la Biblia quienes son el modelo a seguir, principalmente debemos imitar a Jesucristo cuya conducta está fuera de toda sombra de duda. Con el fin de lograr dicha imitación se le debe recibir en el corazón como Señor, Salvador y Modelo a seguir.
José Castro Ordaz, Mexico
Señor ayúdame a imitar tu ejemplo
