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LECTURA: ÉXODO 20:1-17
“Honra a tu padre y a tu madre…” v.12
Uno de los mandamientos más importantes de Dios es: “Honra a tu padre y a tu madre.” En este mandato encontramos tres fases en la relación padre-hijo.
Primera, un llamado a la obediencia. Cuando los niños están creciendo en el hogar son llamados a obedecer. Mamá y papá tienen el deber de enseñar a sus hijos a obedecer y a que los hijos honren a sus padres haciéndolo.
Este es el primer peldaño de la escalera educativa de los hijos, inculcándole a la vez el amor a Dios a través de la obediencia.
La segunda fase comienza cuando el niño se convierte en un adulto joven. Los hijos ya no son tan dependientes de papá y mamá, pero deben evidenciar en todo momento respeto hacia ellos.
La tercera fase es la de honrar a sus padres y procurar su cuidado sobre todo en la etapa de su vejez, cuando no pueden valerse por sí mismos. Como bien lo señalan distinguidos profesionales de la conducta, esta es una transición difícil: cuando los hijos se convierten en “ayuda para sus padres ancianos o con limitaciones de movilidad.”
Que el Dios nos ayude a tener siempre presente que la obediencia, el respeto y la atención a los padres conforman tres fases de un ciclo en el que consolidamos el honor a mamá y papá. En un alto porcentaje, el bienestar de la familia depende de la obediencia de los hijos a los mandamientos de Dios.
Obedecer este mandamiento es tan importante que incluye una hermosa promesa: “…para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra”.
Marcelo Ballester, Venezuela
Honra a tus padres y te irá bien siempre
