La traviata
16 octubre 2023
Reflexiones sobre la guerra Israel Palestina
17 octubre 2023
LECTURA: SALMOS 119:105-140
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” v.105
La ignorancia generalmente es asociada a la oscuridad, a la falta de luz. Andar a oscuras es como ir por la vida sin propósito, sin un entendimiento claro de dónde estamos, hacia dónde vamos. No pocas veces somos atrapados por la impotencia al sentirnos desprovistos de luz y sin posibilidades de avanzar.
Cuando perdemos al más cercano de los seres queridos que tenemos, perder el empleo, ser reprobados en los estudios, caer en la bancarrota y padecer alguna enfermedad tenida como incurable representan situaciones dolorosas que nos dejan sin fuerzas, nos roban la tranquilidad y nos hacen perder el sueño. Nadie está totalmente exento y librado de caer en alguna de estas situaciones.
Reconforta saber que todos tenemos la posibilidad de ser alcanzados por el amor y la misericordia de Dios. Todos, absolutamente todos tenemos la posibilidad de ser alcanzados y convertidos en objetos de la misericordia de Dios. Si asumimos esa posibilidad como propósito de vida, nuestras posibilidades pueden mejorar; pero, evidentemente, se requiere de cambios, hacer ajustes que permitan que la acción de Dios nos transforme y nos promueva según su determinación y voluntad.
A veces pensamos que estamos perdidos, que hemos sido aniquilados. No, no lo estamos mientras haya esperanza, y hay esperanza en la medida en que mantenemos nuestra mirada puesta en Dios, no en las fuerzas que ya no tenemos, o en las posibilidades que creímos tener y que sin saber cómo ni por qué nos llevaron al fracaso.
Hoy puede ser ese día que esperamos. Yo quiero, pero no puedo; Dios quiere y puede.
J. Adarberto Martínez, República Dominicana
Oh, Dios, dame tu luz, ilumina mi vida
