La sangre del cordero
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La pereza
5 octubre 2023
LECTURA: 2 CORINTIOS 5:17
“…las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Cuando se acerca el final de un año me encanta elegir mi nueva agenda. Aunque mucho me han hablado acerca de la practicidad de las electrónicas, sigo prefiriendo el aroma del papel al pasar las hojas del nuevo espacio de vida.
Debería poder decir que una vez iniciado el año me desprendo de la agenda vieja y comienzo a utilizar la nueva, pero esto no me resulta sencillo. Siento una inexplicable inseguridad, hasta que finalmente la alejo de mi vista.
Así sucede con nuestra vida nueva en Cristo. Nos aferramos a nuestros viejos hábitos, nos movemos según nuestros viejos prejuicios, pensamos con nuestras viejas mentes; y creemos que podemos decir: “El Señor me entiende”. Entonces vivimos arrastrados por lo que nos enseñaron, por lo que vivimos antes, por nuestros traumas; y nos cuesta apropiarnos de la nueva vida que Cristo compró para nosotros. Vivimos la nueva vida atados a la vieja agenda sin darnos cuenta de que no podemos vivir plenamente lo que Dios hace nuevo si no dejamos que las cosas viejas pasen.
Mientras nos permitamos seguir coqueteando con nuestros viejos patrones, creyendo que podemos “amoldar” la vida vieja a la nueva o la nueva a la vieja, nunca experimentaremos la plenitud de vida que Jesús ofrece. Le daremos al mundo una pobre versión de nueva criatura y no atraeremos nunca a nadie a la vida verdadera disponible por el sacrificio de Cristo.
¿Qué modos de pensar conservas de tu vieja vida? ¿Qué culpas? ¿Qué fracasos? ¿Qué rencores? ¿Qué prejuicios empañan la manera en que miras a tu prójimo?
Abandónalos y lánzate a la nueva vida.
Nancy Rodríguez Antivero, Uruguay
Tu nueva identidad no necesita viejos registros
