
Magia, superstición y fe – Parte 1
31 octubre 2023


Ser definidos
2 noviembre 2023


Magia, superstición y fe – Parte 1
31 octubre 2023


Ser definidos
2 noviembre 2023



LECTURA: ROMANOS 5:1-5
“Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.” v.5
En el siglo XVIII Edward Gibbon visitó las ruinas del foro romano y el Capitolio y se preguntó cuáles fueron los factores que precipitaron la caída del Imperio Romano, un tema que inquieta a los historiadores. De pronto escuchó un canto y vio a un grupo de franciscanos, en el templo de Júpiter, cantando un himno cristiano. El contraste incentivó su reflexión que finalmente se plasmó en una obra monumental de seis tomos “Decadencia y Caída del Imperio Romano”. Entre otras cosas destaca la acción del cristianismo que se infiltró en las bases mismas del imperio practicando una moral austera que contrastaba con las conductas decadentes de los romanos.
Pero hay un tema que trata al pasar y sin embargo creo que es el más relevante: Los cristianos predicaban una vida futura, eran mensajeros de una esperanza trascendente en medio de una sociedad desesperanzada.
Los romanos habían conquistado el mundo y ofrecían progreso, confort, unidad política, seguridad jurídica, fastuosidad, diversión pero no podían ofrecer esperanza.
El apóstol Pablo destaca en la carta a los Romanos la centralidad de la esperanza como resultado de la obra de Jesucristo, explicando el mecanismo por el cual la fe permite atravesar tribulaciones, genera paciencia y se sostiene gracias a la esperanza.
Desde hace dos mil años los cristianos tenemos esperanza. Muchas cosas han cambiado en nuestra sociedad, nacieron y murieron filosofías e ideologías, pero la Verdad de Dios permanece en pie. Tenemos esperanza, enterramos a nuestros muertos con esperanza y esperamos el final con esperanza.
Salvador Dellutri, Argentina
Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti. (Salmo 39:7)

